Lic. Francisco Javier Aragón Salcido
La criminología es una ciencia
social, interdisciplinaria y de
carácter autónomo, que tiene cuatro objetos de estudio, a saber: el crimen, el
criminal, la víctima y el control social de la criminalidad.
Se centra en
el estudio del fenómeno criminal, así como en el proceso de definición y
sanción de la conducta desviada. Además, también se centra en la prevención y
el tratamiento de estas conductas.
Basa sus
fundamentos en conocimientos diversos de disciplinas y ciencias tales como lo
son la sociología, psicología, trabajo social, medicina, antropología, matemática, física y química, apoyándose
de manera indirecta del derecho penal y de
otras ciencias de carácter forense.
Cabe
destacar que es frecuente confundir la criminología con la criminalística, que lo
hace en el proceso de investigación. En 1885, el profesor italiano de
derecho Raffaele Garófalo acuñó
este término de manera formal.
Ligado a la
criminología se encuentran las teorías de Cesare Lombroso, a quien se
le considera el padre de la criminología, ya que en sus estudios acerca de la
antropología criminal, cimentó bases y teorías que hasta nuestros días perduran.
A pesar de ser una
ciencia relativamente reciente y haber sido cuestionada en cuanto a su
vinculación y dependencia del derecho penal, la criminología ha
alcanzado un carácter autónomo, al ser partícipe de la utilización del método
científico para la formulación de las distintas teorías que la componen.
La idiosincrasia es el conjunto de ideas, comportamiento,
actitudes particulares o “ propias ” de
un individuo, grupo o colectivo humano, generalmente para con otro individuo o
grupo humano.1
1. Comportamientos o formas de
pensar y actuar que son características de una persona.
2. Lenguaje, comportamientos o
actitudes que son particulares de cierto individuo o grupo.
Identifica las similitudes
de comportamiento en las costumbres sociales, en el desempeño profesional y en los
aspectos culturales. Las relaciones que se establecen entre los
grupos humanos según su idiosincrasia son capaces de influir en el
comportamiento individual de las personas, aun cuando no se esté convencido de
la certeza de las ideas que
se asimilan en masa.
Por extensión, este término es utilizado para identificar amplios grupos
de personas englobándolos según posturas similares hacia la realidad que los
amalgama y relaciona entre sí. También se utiliza para enfatizar las
diferencias entre personas de diversos orígenes, costumbres y estamentos
sociales.
El control social es el conjunto de
prácticas, actitudes y valores destinados a mantener el orden establecido en
las sociedades. Las citas han sido tomadas de Wikipedia, la Enciclopedia
abierta, colectiva y libre de Internet.
Aunque a
veces el control social se realiza por medios coactivos o violentos, el control
social también incluye formas no específicamente coactivas, como los prejuicios, los valores y las creencias.
Entre
los medios de control social están
las normas
sociales, las instituciones, la religión, las leyes, las jerarquías, los medios de represión, el adoctrinamiento (los
medios de comunicación y la propaganda), los comportamientos generalmente
aceptados, y los usos y costumbres (sistema
informal, que puede incluir prejuicios) y leyes (sistema formal, que incluye
sanciones).
Si partimos
de la existencia de un derecho prefigurado , como es lógico, supone una división
fundamental de la conducta (jurídicamente relevante) en lícita e ilícita, podrá
admitir con seguridad que el fin del derecho (en un sentido abstracto) sea el
de aumentar al máximo las conductas lícitas, deseadas; y disminuir las
ilícitas, las indeseadas; por otra parte, en relación con ambos tipos de
conducta, el derecho puede actuar a "priori" o
"posteriori", es decir puede adelantarse o esperar a que se produzcan
esas conductas.
En resumen ,
el derecho puede, teóricamente, operar de cuatro maneras: previniendo,
reprimiendo, promocionando y premiando la conducta. El control social aparece
en todas las sociedades como un medio de fortalecimiento y supervivencia
del grupo y sus
normas. Las disposiciones reglamentarias y las leyes son las que conforman los
grupos.
La
implantación de una moral social (por
las influencias sociales que genera) y la crítica liberal como autodefensa y
como interpretación de sucesos e intereses, es el camino hacia el cambio social. Actúa sobre la desviación social (leyes)
y anomia (normas).
La cognición
social o perspectiva del comportamiento desviado de forma correcta —cierta—,
tiene un esquema de estereotipos y juicios de valor en su versión no
científica, y es posible y habitual como conocimiento científico —profesional—;
es de hecho imposible una sociedad sin normas (Estado de Derecho) y la cuestión
es su precisa naturaleza y los mecanismos para el caso, sin cargar con más
problemas adicionales, solamente el bien común con una normativa funcional para
el orden social.
Como el
control es importante, a su vez tiene que haber control sobre los controladores
con un consenso en la normativa para un equilibrio de poderes y controles, que
no sea represivo en su actitud.
El control
social persuasivo para el logro de la conformidad funciona principalmente con
ideas y valores, que se traducen en actitudes respetuosas de las normas. Se
tiende a una moral libre, opcional, personalizada, menos reglas y con menos
control.
Medios de control social. Medios
informales. Las medidas
informales son aquellas que no están institucionalizadas, como por
ejemplo, los medios de comunicación, la educación o las normas morales, las
cuales no tienen una formalización a través de normas o leyes escritas. Son más
importantes que los formales porque transmiten hábitos, normas y valores
determinados.
La instancia policial es un ejemplo: es un mecanismo de control social
informal que se deriva del Estado. Se inició tras la Revolución Francesa
controlando a nivel legislativo. Sus competencias garantizan el poder
desmesurado del Estado, pero es una instancia estatal con capacidad de castigo
y represión contra el ciudadano puesto que los que controlan o tienen poder
someten al resto. Su función principal es el mantenimiento de leyes y del orden
público.
A partir de los años 80 (siglo XX), aparece la seguridad ciudadana.
Como hecho político, se añade una función de vigilancia (represor contra las
incidencias) que desemboca en el Estado intervencionista. Se vincula a la
transformación urbana de las ciudades (las grandes avenidas permiten el paso
del ejército con los caballos).
A esta función de represión se le añade la salvaguarda: prevención en
primer lugar y función asistencial de la población. La paradoja fundamental de
la policía es que simultáneamente es preventiva y represora, ya que «el policía
que está para ayudar también te puede detener».
Medios formales. Las medidas formales de control social son
las que se implementan a través de estatutos, leyes y regulaciones contra las
conductas no deseadas. Dichas medidas son respaldadas por el gobierno y otras
instituciones por medios explícitamente coactivos, que van desde las sanciones hasta
el encarcelamiento o el confinamiento. En los estados de derecho los
objetivos y mecanismos de control social están recogidos en la legislación
explícita.
Regulación del control social. Para lograr el éxito del
control social este debe ser regulado en relación de toda la sociedad y deben
existir agencias de control social que puedan ordenarlo, evitando la
marginación como fenómeno social, la estabilidad social se pone en peligro
cuando las agencias pierden poder.
Sociología de la desviación.
Bajo este concepto se integran el conjunto de mecanismos e instancias a partir
de los cuales toda sociedad, de una u otra forma, induce a sus miembros a
comportarse acorde con las normas, valores y pautas culturales predominantes.
Por ello el control social es mucho más
amplio que las instituciones más visibles a las que generalmente se asocia —policía, cárceles, juzgados...— e incluye a
otras como los manicomios, los trabajadores sociales o el sistema educativo, siendo el rol de
este último de especial importancia.
Además de por estos agentes
institucionalizados, el control social es ejercido en gran medida por
mecanismos informales y difusos. Sociólogos como Talcott Parsons destacan, por
ejemplo, el papel que juega la familia en el proceso.
La importancia de la familia y del sistema
educativo viene dada sobre todo por su función en el proceso de interiorización de las normas, en el cual las
normas sociales son transformadas en normas morales, siendo así asumidas como propias por los
individuos.
Este proceso permite que no se incumplan las
normas aun cuando ningún factor externo lo impida y, lo que es más importante,
nos convierte a todos en agentes de control social, ya que mantendremos una
actitud reprobatoria ante quien las incumpla.
En este sentido, la psicología social ha estudiado de
forma experimental distintos
mecanismos interiorizados del control social.
El experimento de
Milgram demostró
los actos que se pueden llegar a hacer si éstos son ordenados por una figura
de autoridad; el experimento de la cárcel de Stanford, la obediencia que
se puede obtener con ideología legitimadora; el experimento
de Robber's Cave,
cómo a través de la construcción del enemigo externo se logra la unidad
interna; los experimentos de Sherif y Asch, cómo se cambia la
propia opinión para que esta se adapte a la de la mayoría.
Estos experimentos, hoy ya convertidos en
clásicos, muestran con qué naturalidad nuestros comportamientos se adaptan a
las exigencias de la norma, la normalidad y la autoridad.
La sociología de la desviación es la rama de la sociología que se encarga
del estudio del consenso sobre las normas sociales, los actos y
comportamientos que se desvían de estas y el sistema de control social construido para
evitar tales desviaciones.
La desviación es un tema fundamental en
sociología y desde el nacimiento de esta disciplina ha sido una de sus
principales preocupaciones.
En este sentido las principales corrientes
sociológicas han dado su interpretación sobre el cómo y el porqué del incumplimiento
de las normas sociales.
La desviación ha sido analizada
desde distintas disciplinas como la antropología, la filosofía, el derecho, la biología o la medicina: además, en los últimos años se han desarrollado
estudios en criminología, disciplina con la que la sociología de la
desviación está íntimamente ligada.
Si bien la primera se centra más
en la relación entre la víctima, el victimario y las leyes, la
sociología de la desviación analiza también las conductas que, sin estar
prescritas como delitos, son catalogadas como anormales y reciben algún tipo de sanción social.
Concepto de desviación desde una
perspectiva sociológica. En sociología se considera una desviación cualquier
acto o comportamiento, aunque sea simplemente verbal, de una persona o un grupo
que viole las normas de una colectividad y, consecuentemente, conlleve algún
tipo de sanción.
Sin embargo, esta no es una
característica intrínseca de ciertos actos, sino que depende de la respuesta y
la definición que los miembros de una colectividad le atribuyan. En palabras de
uno de los fundadores de la sociología:
No lo reprobamos porque es un crimen, sino que es
un crimen porque lo reprobamos. Emile Durkheim, 1893 .
Es por ello que un acto solo
puede ser juzgado como desviado en relación a:
·
Un contexto histórico: ya que la concepción de desviación varía en
el tiempo, por ejemplo ser zurdo ha
sido considerado en muchas sociedades históricas como una forma de desviación.5
·
Una sociedad concreta: como es notorio, las diferentes sociedades
que comparten un momento histórico pueden tener diferentes concepciones de la
desviación. Un ejemplo actual sería la poligamia, que en algunas sociedades es una muestra de prestigio y en otras un delito.
·
Un contexto situacional: Muchas actividades son
permitidas, e incluso bien vistas, dentro una situación, y juzgadas como
desviadas en otra. Por ejemplo, a ninguna sociedad se le ha ocurrido prohibir
las relaciones sexuales, pero casi todas limitan su práctica,
prohibiendo realizarlas en público, fuera del matrimonio, etc.
Esta aproximación relativista a la desviación, que caracteriza a la
Sociología, ya había sido anticipada por algunos pensadores. Cabe destacar al
filósofo francés Pascal que ya en el siglo XVII declaraba:
No hay nada justo o injusto que no cambia de
cualidad con el cambiar del clima, tres grados de latitud subvierten toda la
legislación[...] En pocos años las leyes fundamentales cambian, el robo, el
incesto, el asesinato de padres e hijos, todo ha encontrado un lugar entre las
acciones virtuosas. Blaise Pascal, 1669.
Ya en el siglo XX los estudios de antropología comparada han puesto de manifiesto que realmente
existen muy pocas formas de desviación que puedan considerarse universales. Sin embargo, y contradiciendo a
Pascal, existe un Consenso científico sobre que el incesto entre padre e hija ha resultado tabú en todas
sociedades durante toda la historia, llegando Claude Lévi-Strauss a considerar su prohibición
como el origen de la vida cultural y del resto de las instituciones sociales.
Las normas.-
El concepto de desviación está
íntimamente ligado al concepto de norma, ya que es de la norma de lo que
un comportamiento se desvía. Por ello se
afirma que donde no existe norma no puede existir desviación.
Las normas sociales se definen
como proposiciones que prescriben a individuos o grupos el
comportamiento adecuado en determinadas situaciones, o bien las acciones a evitar. Pueden ser clasificadas según
diversos criterios, pero el más habitual dentro de la sociología de la
desviación es agruparlas dentro de sistemas normativos según el grado de la
sanción que se aplica al infractor. Con este sistema obtenemos una
clasificación de los comportamientos desviados según su gravedad:
·
Normas penales: Son las recogidas en el código penal, que representa el núcleo duro de cualquier
sistema social. Recoge las normas que tutelan los bienes fundamentales del
grupo social —la vida, la propiedad, las instituciones, etc.—. El
incumplimiento de éstas es un delito y convierte al autor en delincuente. Conlleva
el tipo de sanción más grave: la pena.
·
Normas
jurídicas: Son las
normas contenidas en reglamentos u ordenamientos; su violación es un acto
ilícito y conlleva sanciones de tipo pecuniario o administrativo.
·
Normas sociales: Es un amplio grupo de normas socialmente
reconocidas, como la moda, la tradición, los usos y costumbres, etc. Su incumplimiento no implica una sanción
institucionalizada, aunque sí algún tipo de recriminación o reproche social. En
las últimas décadas existe la tendencia a re conceptualizar estos comportamientos de
desviados en diversos
·
Moral individual: Son las normas autoimpuestas
del tipo no comeré nunca en
un McDonald's. Incumplirlas tiene escasa
relevancia social, pero puede ser calificado como hipocresía.
Diferentes
tipos de normas y tipo de desviación que implica su incumplimiento.
Un
ejemplo actual es la contradicción de muchas legislaciones con la aceptación
social de las descargas por internet. Cuando existen fuertes contradicciones entre los
sistemas normativos puede producirse una crisis que los modifique. Por este motivo, autores
como Emil Durkheim consideran la desviación como un motor del cambio social.
En los últimos años algunos
autores han identificado la existencia de situaciones en las que se califica de
desviado, no a quien incumple la norma sino a quien la cumple con demasiado
celo. Glenna Huls ejemplifica
este fenómeno con la concepción social del empollón o de quien paga religiosamente sus impuestos
en la sociedad norteamericana.