miércoles, 18 de abril de 2012

Hay restauración en Sonora , ergo: Viva Guillermo Padrés Elías . No ha muerto ningún Rey.



Don Quijote Cabalga de Nuevo.

Sin disparar un solo tiro  de su enorme Cañón y menos dar un fuerte golpe al Timón de su bella y veloz Goleta , el gobernador Guillermo Padres Elías,  ha visto extinguirse   , y ello por sí mismo, el Co Gobierno del Congreso del Estado , o  tedioso esquema  cuasi parlamentario de gobierno .

A gritos y sombrerazos , casi  tres años,  funcionó  la  Alianza PRI-PVEM-PANAL que lo  impulsaba  en la Cámara de Diputados  ; con menos altas y más bajas operó la División de Poderes  , los pesos y contrapesos a la usanza política inglesa y norteamericana hicieron acto de presencia de forma cotidiana en la vida política estatal, mismos que obligaban al Titular del Poder Ejecutivo, a intensos cabildeos y a la negociación política por todo y para todo, y  a veces hay que decirlo, por  meras nimiedades de la  fenecida Alianza .

No obstante hay que reconocer que la directamente responsable de la extinción fue la debatida Sucesión Presidencial en el celebérrimo PRI  y su consecuente deslinde de la Alianza Electoral con el PANAL . Pero eso ya es otra historia de  sobra conocida y explicada .  

De aquí para adelante, como en las carreras parejeras de los caballos,  va sin Vara el ciudadano gobernador de Sonora Guillermo Padres Elías . Sin embargo un  obvio  Freno podría  emerger   después del 1 de diciembre  de 2012,  pero  ello, solo si el PRI gana la Presidencia de la Republica. Podría batallar con los presupuestos y participaciones federales. Eso es malo para Sonora.

Empero y para entonces ya habrá pasado mucha agua bajo del puente roto de la civilidad política local  . Por ello quizás  sea bueno que  el Gobernador  consiga   la mayoría absoluta del Congreso, al través de  su partido,  el  diferente , en asenso  ,  capitalizado y con base social real ,  PAN de la gente.

La alocución Muerto el Rey , Viva el Rey, no es justamente aplicable  para definir la situación  política local de la actual coyuntura y correlación de fuerzas , toda vez que lo que ocurre  y observa es la sustitución de un esquema ríspido Republicano de gobierno , por uno del tipo Presidencialista ,  de la mejor y más decantada forma y tradición política  mexicana .

En efecto y según un ilustrativo  articulo de la Enciclopedia Libre Wikipedia: El rey ha muerto, viva el rey, o el rey ha muerto, larga vida al rey, es un lema o grito que se emplea como expresión ritual en la sucesión de todas las monarquías, especialmente en el reino de Francia (Le roi est mort, vive le roi, usada desde 1422 -sucesión de Carlos VI de Francia por Carlos VII de Francia- y que debía pronunciar el duque de Uzès) .

En la corona británica (The King is dead, long live the King, usada en lengua francesa desde 1272 -sucesión de Enrique III de Inglaterra por Eduardo I de Inglaterra- y que no forma parte de la Proclamation of the accession que debe hacerse por el Accession Council,1 sino que se pronuncia tradicionalmente ante el público que se reúne en cada ciudad y pueblo ante la noticia de la muerte de un rey).

Sin embargo  en otras dinastías , como la de Dinamarca (donde es el primer ministro el que la pronuncia desde el balcón del Palacio de Christiansborg, sede del Folketing -Parlamento-2 ).

Con tal lema se pretendía evitar la peligrosa situación política que se plantea en un interregno, además de servir como última ocasión de vitorear al rey fallecido y primera ocasión de hacerlo con el nuevo rey, con lo que ello conlleva de significado político: la expresión de la fidelidad de los súbditos al rey y (especialmente en el contexto de la sociedad feudal) la renovación automática de los lazos del vasallaje.

El significado más trascendente de tal expresión es la continuidad de la institución monárquica más allá de las personas que la encarnan, teorizada de forma más profunda en conceptos como el denominado doble cuerpo del rey.3


Como quiera que lo sea pero se han hecho numerosas usos literarios o paráfrasis de la expresión, tales como : ¡El Rey ha muerto!, ¡viva el rey!: juguete cómico en un acto y en verso, de Eduardo Zamora y Caballero (1863).4