domingo, 22 de mayo de 2011

Los empeños, las convicciones y el trágico final de Marco Tulio Cicerón.

Don Quijote cabalga de nuevo.

Parece que fue ayer , y guardada la debida proporción todo indica que a nosotros también nos pasó. Como sea pero las actuales polémicas inter partidos y la contienda electoral de 2012, dadas las ofertas y acciones políticas de los principales precandidatos a la presidencia de la república del , PRI, PAN y PRD, como lo son ; Manlio Fabio Beltrones Rivera, Enrique Peña Nieto , Alonso Lujambio , Josefina Vázquez Motta, Andres Manuel López Obrador y Marcelo Ebrad Casaubón, nos resultarían más bien como el juego de indios y vaqueros que escenifican los niños en casa , o si se lo prefiere una elección de la sociedad de alumnos de la Secundaria Federal 5, y quizás hasta la nominación por mera simpatía de la reina del Colegio Regis, de Hermosillo, Sonora, México, sito en la remodelada Colonia Pitic.

Pero haya sido como haya sido, ojala el escenario electoral de 2012, no se nos complique a los mexicanos y no rebasen las manifestaciones airadas e inopinadas de los actores ; ya sean estos embustes, argucias o denuestos pues . ¿Cómo poder olvidar los magnicidios del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, Luis Donaldo Colosio Murrieta y José Francisco Ruiz Massieu en las postrimerías del siglo XX mexicano ?.

Según Plutarco de Queronea, en sus Vidas Paralelas, ( referida a el griego Demóstenes y el romano Cicerón) el 59 a. C., fue el año del consulado de Julio César y Bíbulo, pero es el caso que éste ultimo intentó neutralizar a orador Marco Tulio Cicerón nombrándole comisario responsable del reparto de las tierras de Campania entre los veteranos que combatieron contra el sedicioso Mitrídates . No obstante, Marco Tulio Cicerón cortésmente declinó el puesto. Para él habían llegado al poder los ambiciosos y sediciosos populistas.

En marzo del año 58 a. C. los adversarios políticos de Marco Tulio Cicerón encabezados por Pisón y Clodio - con el que se enemistó durante el escándalo de la Bona Dea (62 a. C.) - le acusaron de mandar eliminar durante su consulado a ciudadanos romanos patricios ( caso del senador Lucio Sergio Catilina) sin respetar el debido proceso legal y de apelación ante ellos , y por tanto presionaron a los senadores para que decretaran el exilio y la expropiación de los bienes y propiedades de Marco Tulio Cicerón, misma que se concretó en Dirraquio.

Empero en el año 56 a. C. su amigo Milón impulsó y logró el retorno de Marco Tulio Cicerón a Roma , quien inmediatamente reanudó su actividad como litigante en los procesos contra Publio Sestio y Celio , implicados en la represión de los disturbios callejeros provocados por las bandas de Clodio . Marco Tulio Cicerón correspondió el auxilio de los triunviros con un discurso en el que apoyaba la ampliación de cinco años del proconsulado del general Julio César , que estaba asignado a la conquista de las Galias, y que propuso Trebonio, denominada la Lex Trebonia.

No obstante la intensa lucha política senatorial de nuevo se trasladó a las calles de Roma , donde simpatizantes de uno y otro partido – optimates republicanos y populistas demócratas - provocaron violentos disturbios que empañaron el desempeño ordinario de las elecciones senatoriales , y el nombramiento de legados, ediles, pretores, pro cónsules y magistrados.

Por ello en el año 53 a. C. el Senado decretó un intervalo de un lustro entre el desempeño de una magistratura y el de la pro magistratura provincial correspondiente para evitar -así como se lo lee- que los políticos recuperaran el dinero que invertían en las campañas electorales , o en la compra de los cargos , expoliando con mayores impuestos y exacciones el territorio o provincia que habrían de gobernar. ¡No hay nada nuevo bajo el Sol dijo el Cohelet bíblico!.

En consecuencia y debido a la carencia de magistrados con experiencia política y administrativa en el año 51 a. C. los senadores decidieron enviar a administrar las provincias a ex-cónsules que habían declinado a ellas en el pasado. Marco Tulio Cicerón, que rechazó un pro consulado en Macedonia, marchó esta vez a Cilicia - una pequeña provincia romana localizada en los confines del Asia Menor – en dónde se desempeñó sin entusiasmo pero con gran rectitud. En esta época la apartada provincia de Cilicia ocupaba el territorio correspondiente a Licia, Panfilia, Pisidia, Licaonia , y se extendía su jurisdicción hasta la isla de Chipre.

Así que como legado, pro cónsul, o gobernador Marco Tulio Cicerón aprovechó la ocasión para poner en práctica su ideal de como administrar bien una provincia, basado en la paz social y la equidad, esencialmente tributaria: para ello visitó a los líderes de las poblaciones de todo el territorio, suprimió los impuestos excesivos, moderó la tasa de interés usuraria de los banqueros y comerciantes , y entabló relaciones diplomáticas y amistosas con Deiotaro I - rey de Galacia - y Ariobarzano de Capadocia.

Asimismo, tuvo que sofocar una revuelta en el Monte Amanos, próximo a Siria, pues Antioquía estaba amenazada por las incursiones de los partos; para ello nombró legatus équites a su hermano Quinto quien era ya un veterano de Guerra de las Galias.

En el año 50 a. C., a su regreso a la capital, una grave crisis política enfrentaba a los populistas de Julio César y a los conservadores liderados por Pompeyo. Marco Tulio Cicerón se alineó con el líder de optimates y republicanos el picentino Pompeyo intentando sin éxito no distanciarse en exceso del general y líder populista Julio César.

Empero y cuando el general Julio César cruzó el Rubicon e inició la Guerra Civil (año 49 a. C.) Marco Tulio Cicerón huyó de Roma como lo hicieron la mayoría de los senadores conservadores y republicanos, refugiándose en su finca campestre de Tusculum, en la región del el Lacio, al Este de Roma , y a orillas del río Liris . Su correspondencia con Ático expresa el desconcierto y las dudas que le atormentaron. Consideró que el conflicto dejaría consecuencias funestas para la república, independientemente de quien saliera vencedor.

El general Julio César, que pretendía reunir a los senadores moderados, le escribió y le visitó en su mansión, donde le pidió que volviera a la capital en calidad de mediador del conflicto . Roma, empero Marco Tulio Cicerón, fiel a sus convicciones republicanas, rechazó la propuesta declarándose partidario de Pompeyo, con el que acabó reuniéndose en Epiro.

Plutarco de Queronea nos cuenta que Catón el viejo , el Censor, su amigo, le recomendó permanecer en Italia, donde sería más útil para la defensa de la República; el orador, consciente de que estas palabras evidenciaban su escasa importancia, decidió no intervenir directamente en los combates, y, después de la batalla de Farsalia (48 a. C.), volvió a la capital y se reconcilió con Julio César.

En esta ocasión Marco Tulio Cicerón se retiró de nueva cuenta en su residencia de Tusculum, en el Lacio , donde se dedicó a escribir prosa y poesía, y a traducir al latín las obras de los sabios helenos. Durante dicha estadía fue cuando escribió las Discusiones Tusculanas, por cierto es una obra interesantísima , breve, colmada de justos ejemplos , y mejor documentada , es una lectura casi obligada para , ya sean abogados, retóricos, políticos, periodistas y filósofos, pues trata en ella los 5 temas centrales de la filosofía moral general e histórica , a saber; la Muerte, el Dolor, las Afecciones del Alma o vicios , las Cavilaciones y la Virtud.

Empero la relación del jurista y orador con Julio César se tornó cada vez más distante. El dictador no era el modelo de líder ilustrado del que Marco Tulio Cicerón escribe en De República, pero tampoco el cruel tirano que temía el político y filosofo ; que ahora era el dueño absoluto de la República ( Julio Cesar) y ya nada podía hacerse para impedir que se lo proclamara emperador por el pusilánime ante el creciente militarismo, y por tanto decadente e inicuo Senado romano .

En los idus ( presuntamente en el calendario romano los idus eran los días fastos o de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre y los días 13 del resto de los meses) de marzo de ese mismo año del 48 a.C. ocurrió el magnicidio del general y senador Julio César en el que no intervendría Marco Tulio Cicerón, - como refiere la historia arteramente le acuchillaron sus propios pares senadores.

Lo último que habría dicho antes de morir Julio Cesar fue ; tu también Bruto, dirigiéndose a su hijo putativo- ya que, aunque era conocida la oposición de Marco Tulio Cicerón al dictador, los tiranicidas decidieron no contar con él por su célebre cautela y la vieja relación de respeto y amistad que los unía.

Fallecido Julio César, estalló una crisis política en la que Marco Tulio Cicerón lideró a un Senado que propuso amnistiar a los conspiradores para disminuir la tensión hasta que Antonio, cónsul y responsable del testamento del dictador, tomó de nuevo el poder.

En abril, cuando Octavio el heredero de Julio César retornó a Italia, Marco Tulio Cicerón intentó sin éxito utilizarle en contra del cónsul Antonio. Cinco meses después el orador y filosofo publicó varios discursos en los que atacaba violentamente al cónsul Antonio ( el enamorado de Cleopatra la reina de el Egipto) , fueron las celebres Filípicas.

Los triunviros no tardaron en exterminar a todos sus adversarios políticos en el Senado. El cónsul Octavio abandonó al orador y filosofo, su antiguo aliado y permitió que Antonio proscribiera a Marco Tulio Cicerón. El 7 de diciembre de 43 a. C. el cónsul decidió su muerte, por ello su cabeza y manos se expusieron en la rostra frente a la Apella.

Junto al abogado, orador, político y filosofo, serían eliminados su hermano Quinto Cicerón y hasta un sobrino; sólo le sobrevivió su hijo Marco Tulio, quien por cierto pasó sin pena ni gloria por la escena política de Roma.

La ejemplar y gloriosa república había sucumbido, operó poco menos de 500 años y , se erigía en su lugar el nuevo imperio romano , cuya impronta militar se extendería por casi los 1500 años, el cual concluiría justamente con la invasión de los Turcos a Constantinopla en el año de 1492 d. C. , curiosamente sería el año del descubrimiento de América por el marino Genovés Cristóbal Colon, quien aportó en las tres carabelas; la Niña ,la Pinta y la Santa María a la isla Guaraní , hoy San Salvador , iniciando el mestizaje y con él , nos incorporaríamos de pleno derecho en el legado cultural grecolatino y a la actual civilización judeo-cristiano-romanista mejor conocida como la occidental .