domingo, 18 de diciembre de 2022

La actividad política según el Filósofo, Marco Tulio Cicerón. Tengamos fe en el talento de Alfonso Durazo.

 


Li. Francisco Javier Aragón Salcido.  

Este artículo lo he confeccionado  con la finalidad de  reivindicar la  praxis política,   es que  hoy en día  injustamente es  menospreciada por el vulgo,     aun y cuando nunca ostente cargo público alguno , se me hace que es  una digna y noble actividad, aclaro,  es muy  socorrida  por las elites y sus sucesores  , pero como quiera que lo sea  este es un tema de  actualidad , dado el venidero proceso electoral del 2024,  y no  se puede  evitar  el recordar la historia de la Roma antigua  , haber si aplicamos  algo de lo bueno , del  enorme legado de los grandes adalides ,juristas, políticos y filósofos  de la historia  política  universal.

Marco Tulio Cicerón es de alguna forma  mi personaje histórico inolvidable .  Por cierto hay sobre él una excelente novela   biográfica de Taylor Cadwell , La Columna de Hierro,   es una obra fascinante y llena de colorido que presto nos  traslada a  las vicisitudes de aquella bella  , violenta   e interesante    época  de transición de la república al imperio, en que  actuó y vivió el gran  Marco Tulio Cicerón.  

En la especie  decía  Marco Tulio Cicerón que   : No hay ninguna actividad en la a que la condición humana se acerque más a la de los dioses que en la  de fundar ciudades nuevas o en la de conservar (gobernar  bien)  las ya fundadas.

Decía también que la Ley es un magistrado mudo, y que un Magistrado es una Ley que habla.   De ahí la importancia en cuidar  de su preparación y lo que dicen  todos los políticos.

Decía también Marco Tulio  Cicerón que es más perjudicial a la República un Magistrado    incompetente  que uno corrupto,  por que al  deshonesto se le podía  denunciar  y perseguir, pues se  daba a notar su  riqueza pronta y mal habida ;  pero en cambio al Magistrado  incompetente o  ignorante, creyéndose éste sabedor de todas las cosas, cometía innúmeras y  mayores  barbaridades.  

Nuestro biografiado , fue un gran jurista, orador, político , retorico, escritor y filosofo, 106-43 a. C. que nació en Arpino ,   un municipio del Lacio , distante unos cien kilómetros al Este de  Roma  , y  en el seno de una familia del  Orden Ecuestre,   los Tullí , perteneciente a la gens Cornelia.  

Cuento en mi modesta biblioteca con las  mejores y más autenticas  obras de Marco Tulio y  estas son  , la República y las Leyes, Los Oficios y los Deberes ,  las Discusiones Tusculanas, del Orador y de la Adivinación o el hado. Son de esos libros  imprescindibles ya sea para abogados, oradores, retóricos   y políticos.

No me enfado al  releerlas.   Es que los diálogos del romano no sólo son producto de una afortunada especulación filosófica , sino el fruto de la experiencia política de quien tuvo en su manos el timón del Estado  romano en su modalidad de república   .

Para Marco Tulio Cicerón Roma se constituyó mediante el tiempo , las  generaciones ,  las  buenas costumbres de la gente y sus  más preclaros hombres.

Marco su padre  , imposibilitado para las  maniobras ,  estrategias y tácticas de la   extenuante   actividad  política , a causa de su precaria salud,    se dedicó a leer y escribir  en su villa campestre .   Helvia,  su madre  descendía de  una gens notable que contaba con dos pretores  siendo  muy temprana su muerte; en una carta a su hermano el general Quinto Cicerón , Marco Tulio  con ternura la describe como a la clásica  romana de cepa.

El origen de su cognomen - Cicerón,  quiere decir garbanzo – pero no esta muy claro todo esto , pues se cree que provenía de un ancestro suyo cuya nariz tendría una verruga de esa forma, o que su familia comerciaba con este producto agrícola .

A los 12 años, le enviaron a Roma para estudiar derecho con los más importantes juristas   del momento, como lo era el  hábil y exitoso  litigante  Lucio Cneo Escévola - entre cuyos alumnos se encontraban Mario el Joven, Sulpicio y  Craso , por cierto a su llegada fue vecino y amigo de la infancia de Julio Cesar . Es el caso que merced a Craso  entró en contacto con Arquias, un poeta de Antioquía del que aprendió lo esencial de la  lengua y literatura helena y  de ahí adquirió el  gusto  de la poesía y la literatura.

Quizá haya escrito su primera poesía a los catorce años (92 a. C.) Pontius Glaucus lo que al parecer da verosimilitud a las palabras de Plutarco  de Queronea en su obra Vidas Paralelas quien lo compara con el orador griego Demóstenes.

Se lo consideraba un alumno sobresaliente y aún precoz. Maestros como Filón de Larisa o Diódoto le brindaron una sólida formación filosófica. Como todos los ciudadanos romanos, a los diecisiete años realizó el servicio militar bajo las órdenes de Pompeyo Estrabón - padre de Pompeyo - durante la Guerra Civil. Al termino del conflicto (81 a. C.) retomó sus estudios.

Se inició  como litigante ese mismo año con el Pro Quinctio - un problema  de tipo sucesorio. En 79 a. C. pronunció el Pro Roscio Amerino, en el que había un ataque implícito al dictador Sila. La  actuación del abogado,  posibilitó que el actor Roscio de Ameria resultara absuelto  del delito de  parricidio del que había sido acusado  , y ello le llevó a determinar que lo más prudente era mantenerse apartado de la ira de Sila , por lo que se marchó  en viaje de estudios a Grecia (79 - 77 a. C.), donde fue iniciado en los  misterios de Eleusis.

Pero pronto sería cooptado por los optimates o aristócratas  del senado romano quienes -como todas las elites siempre están ávidas de talentos-  , así que inició  su carrera política en el año 75 a. C., cuando se le nombró Cuestor y fue el primer escalón del cursus honorum - en Lilibea (Sicilia).

No obstante en 70 a. C. es cuando comienza a ser reconocido públicamente a raíz del proceso contra Verres; Marco Tulio Cicerón representó a los sicilianos que acusaron a éste, ex-administrador de la provincia, de estar implicado en múltiples actos de corrupción y en el robo de obras de arte. Verres, aunque estaba representado por el más célebre orador de la época - Hortensio -  antes de ser condenado , prefirió  mejor huir a Marsella.

En 69 a. C.  se le nombró Edil  y en 66 a. C.  Pretor, este  mismo año defendió el proyecto de ley del tribuno de la plebe Manilio, que proponía conceder a Pompeyo el mando de la lucha contra el  sedicioso  Mitrídates; no obstante el discurso que pronunció - De Lege Manilia - le distanció de los conservadores (optimates) que se opusieron al proyecto.

En ese momento Marco Tulio Cicerón decidió liderar una tercera vía, la de los hombres buenos - boni viri - entre el conservadurismo de los optimates y el reformismo radical de los populistas ; empero y como consecuencia, la aparición en escena de populistas  como Julio César o  Sergio Lucio Catilina le llevó a  reconciliarse con los  conservadores, quien los habían  cooptado y proyectado en la   política.

Así que cuando más próximo estaba a los optimates  fue nombrado Cónsul,  algo así como un  actual presidente de la república,  imponiéndose en las elecciones a Lucio Sergio Catilina (63 a. C.). Con ello se convertía en el primer  homo novus , pero esto  molestó a ciertos aristócratas:

Como cónsul se opuso a un proyecto del tribuno radical Rulo, en virtud del cual debía constituirse una comisión de diez miembros con amplios poderes que sería responsable de dividir el ager publicus o bienes  nacionales . Maniobró y obtuvo la neutralidad del otro cónsul - Híbrida - muy vinculado con Lucio Sergio Catilina, al prometerle el pro consulado de la provincia de Macedonia para el próximo año. Su discurso De lege agraria contra Rullum supuso el rechazo de la proposición.

Lucio Sergio Catilina, fue derrotado nuevamente en las elecciones consulares de octubre de 63 a. C., y decidió encabezar un golpe de Estado . Sabedor Marco Tulio  , el 8 de noviembre denunció a Lucio Sergio Catilina en el Senado; iniciaría  la primera Catilinaria  diciendo: Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?.

Ese mismo discurso contuvo una conocida sentencia del orador, célebre incluso en nuestros días: O tempora, o mores! ¡Oh tiempos, oh costumbres!.

El 9 de noviembre Cicerón publicó una nueva Catilinaria y declaró que no se tomarían represalias contra los sediciosos que se entregaran. Ese mismo día los senadores aprobaron el senatus consultum de re publica defendenda, decreto adoptado en los tiempos de crisis que autorizaba a los líderes del Estado a reclutar tropas, combatir, contar con los recursos necesarios, y convertirse en la máxima autoridad civil y militar.  Una dictadura temporal de seis meses.

La crisis política se acentuó cuando Sulpicio y Catón acusaron a Licinio Murena - cónsul electo para 62 a. C. - de comprar los votos de los senadores . Era inviable cancelar el resultado de las elecciones y llevar a cabo otra nuevas, por lo que Cicerón decidió actuar como letrado de Murena - Pro Murena - durante el proceso, en el que ironizó acerca del inflexible estoicismo de Catón en situaciones extremas.  

En uno de los debates los senadores - inspirados por la cuarta catilinaria - ordenaron la muerte de los rebeldes, privándoles del derecho al debido proceso legal ,  no obstante Julio César propuso la cadena perpetua, pero la opinión de Marco Tulio Cicerón, al que apoyó Catón, prevaleció. Lucio Sergio Catilina moriría poco después en una emboscada en Pistoia.

En 62 a. C., muerto ya Lucio Sergio Catilina, decidió retirarse Marco Tulio Cicerón momentáneamente de la política, a su villa de Tusculum, a orillas del río Liris,  dominada entonces por radicales ambiciosos de ambos partidos; este retiro acabó en 60 a. C., cuando declaró su oposición al triunvirato de Julio  César, Pompeyo y Craso.  Lo que provocaría su  ejecución violenta   y a manos de  unos sicarios.