Lic. Francisco Javier Aragón Salcido.
De
aquel Huatabampo, Sonora, México donde nací en 1951, hace ya siete
décadas, y en el cual viví hasta los 14 años, 1965, no quedan ni sus luces. Éramos un pueblo
de 10 mil habitantes, amable, alegre, pacífico y trabajador, rico de espíritu,
sin exagerar, sentía que vivía en la CIUDAD de DIOS, soñaba con ser sacerdote,
o quizás hasta llegar a ser todo un señor obispo, de perdida me imaginaba llegar
a ser como el evangelista San Lucas
, un médico de cuerpos y almas, este mismo PUEBLO , cuenta
ahora con más de 80 mil habitantes , por lo que hoy en día tiene
distintas metas , valores, costumbres .
Antaño
se adoraba a la Virgen de Guadalupe, se respetaba a la Iglesia , empero,
en la actualidad está sumamente desprestigiada , y , ello debido a
la pederastia de algunos párrocos , sí, mi IGLESIA, la
CATOLICA , APOSTOLICA y ROMANA , ya no es más
la CIUDAD de DIOS o bien , el PARAISO TERRENAL que
imaginábamos de niños -hoy en día enfrenta la competencia de
los CRISTIANOS y sus diligentes pastores que han surgido como hongos
tras las lluvias de verano; es que en todos los barrios, pueblos y colonias - ; me acuerdo que se
respetaba al Ejército, se cantaba el himno nacional completito, y
con emoción, al Policía de la esquina se le quería, a las
Mamas y Abuelas también , al papá se le temía, se
adoraba la Suave Patria, y que decir de la bandera, éramos fieles a los
pactos, y, a la palabra empeñada, nuestras metas eran
estudiar, jugar, trabajar, fundar una familia, prosperar , envejecer
y morir rodeados de nietos en santa paz. Pero todo eso con el pasar de los
años, cambio.
¿Existe una Crisis
de Principios y Decadencia de Valores en Sonora y México? . Las
citas han sido tomadas de Wikipedia la Enciclopedia Abierta, Colectiva y Libre
de Internet. Mismas que gloso y parafraseo.
Según Marco Tulio
Cicerón , venimos a este mundo con ciertos deberes , oficios ,
principios , valores éticos y, obligaciones, innatas, morales
, ya que el hombre es bueno por naturaleza , puesto
que su alma es de origen divino, inmortal ; en cambio el mal ,
es algo aprendido ; por lo tanto el primer
gran deber es para con el Demiurgo ,
Arquitecto o Dios supremo y Creador del Universo ; el segundo deber
es con el suelo que nos vio nacer o sea, la patria grande generosa ; el
tercero es con nuestra familia pues nos dio la vida y el sustento en
nuestra infancia y juventud ; un cuarto oficio es con el prójimo, los
amigos, creando la sociedad civil a través del vínculo
contractual , mismo que da vida a la reciprocidad ; y luego viene un quinto
deber que atañe a la prohibición de no dañar al otro .
Actualmente vivimos
una especie de renacimiento espiritual, pero no todos lo entienden, aceptan,
practican, mismo que está emparentado con el escepticismo, hay por lo tanto una
especie ateísmo neo humanista, es una reelaboración del siglo de las luces, a
la que denominan los intelectuales inorgánicos, como post modernidad. No
obstante entre más se expande o dilata e universo, y aumentamos
nuestra frontera del conocimiento, más nos percatamos de que no tubo principio
ni fin, Big Bang , simplemente el universo, Es . Por ello dijo el Eclesiastés;
No hay nada Nuevo Bajo el Sol.
El amor a la patria
se ha visto diluido por la globalización económica y, de la información,
hoy en día habitamos la NUBE, se dice que está en ISLANDIA ; la familia
nuclear tradicional, está siendo sustituida por la homoparental, hay una gran
presencia de los platónicos seres Andróginos
;la justicia distributiva está siendo relegada por las economías de
escala, y , el no alterum laedere, se ve afectado por los poderes facticos, que
no delimitan sus ámbitos de actuación , sea ya legal o en su caso, ilegal, pensemos en los PANDORA SHORES PAPERS.
Por lo tanto, si no
están en armonía estos deberes, principios MORALES , oficios, valores ETICOS ,
surge el inefable conflicto.
Tiempo atrás el
griego Hesíodo dijo en Los Trabajos y los Días, que hay dos luchas, una buena
que es la emulación, que lleva al progreso, y una mala que es la envidia y nos
lleva a la guerra.
El libro de Marco
Tulio Cicerón, De officiis fue definido como un esfuerzo de definir los
ideales de la moral pública.
La obra, inspirada
en un trabajo análogo del estoico del siglo
II a. C. Panecio, está dividida en
tres libros. Lo Honesto, lo Útil, y finalmente el conflicto entre estas
categorías.
Afirma que la
ausencia de derechos políticos corrompe las virtudes morales y propone la
existencia de una ley natural eterna e inmutable que gobierna
a absolutamente todos los seres humanos y a los dioses por igual, estableciendo
los fundamentos del iusnaturalismo.
Cicerón replantea
las concepciones filosóficas helenísticas para ofrecerlas como punto de
referencia para una clase dirigente romana que sepa contrarrestar la caída de
la república.
Las virtudes del
estoicismo en Cicerón son definidas
en las cuatro partes de la honestidad, que son la justicia, la sabiduría, la
fortaleza y la templanza.
Esta postura viene
dictada por la situación en la que Cicerón se encuentra escribiendo, que
ve el progresivo abandono de la política por las clases medias que, en su
opinión, son responsables de velar por la república.
La justicia es la
virtud fundamental. Su interrupción puede ocurrir de forma activa, por la
codicia de dinero o por el ansia de poder, pero también por omisión, es decir
descuidando el propio deber hacia la sociedad.
El proyecto
político de Cicerón se basa en la
armonía entre los BONI, es decir la clase media, que debe ser capaz de
sacrificar el propio interés inmediato, incluso su propia gloria en el nombre
del país.
A ellos por lo
tanto no les debe faltar la templanza, pero debe cumplir con lo que es
conveniente, es decir con el decoro.
La
ciudad de Dios, cuyo título original en latín es De
civitate Dei contra paganos, es decir, La ciudad de Dios contra
los paganos,
es una obra escrita en 22 libros de Agustín de
Hipona que fue realizada durante su vejez y a lo largo de quince años,
entre 412 y 426.
Es
una apología del cristianismo, en la que se
confronta la Ciudad celestial a la Ciudad pagana.
Las
numerosas digresiones permiten al autor tratar temas de muy diversa índole,
como la naturaleza de Dios,
el martirio o
el judaísmo,
el origen y la sustancialidad del bien y
del mal, el pecado y
la culpa,
la muerte,
el derecho y
la ley, la contingencia y
la necesidad,
el tiempo y
el espacio,
la providencia,
el destino y
la historia,
entre otros muchos temas.
Aristóteles dijo;
la política es hija de la ciudad, la moral de su decadencia.
Así que ahora mismo
vale la pena detenerse a pensar, ¿En qué etapa de la vida como Ciudad, Pueblo o
Nación estamos ubicados en; Huatabampo, Álamos, Etchojoa, Navojoa, Cajeme,
Empalme, Guaymas, Hermosillo, Caborca, Santa Ana, Ímuris, Magdalena, Nogales,
Puerto Peñasco, S.L.R.C., Cananea, Agua Prieta, Ures, Sonora y México.
¿Vivimos en una
ciudad, en plena civilidad y por lo tanto en la etapa de la política ?,
¿O bien, estamos en
la etapa de la decadencia de la vida social?, sea en los usos, las prácticas y
nuestras costumbres.
¿Hay o no crisis o
decadencia de principios y valores en Sonora y México?
O ¿solo nos basta
seguir profundizando o actualizando la liberación de la vida social y el
espíritu republicano ?.Es necesaria la justicia DISTRIBUTIVA. No solo la
COMUTATIVA.
Como se puede
colegir no es un problema de partidos o personas y grupos. No obstante, es un
hecho que nuestras ciudades y regiones lamentablemente sufren, por la ausencia
de valores, éticos, morales, si , no es que decaen.
Es el caso que hoy en
día en México no existe institución ya sea pública o privada, como es la Radio
o la Tv, los diarios o revistas que no tenga su Código de Ética, o
reglamentación de los deberes y obligaciones, u oficios de estas para con la
sociedad y de los de sus miembros. Pero todo ello, lamentablemente
es letra muerta.
En tal virtud
mínimamente deberíamos leer El Manual de urbanidad y buenas maneras,
fue conocido popularmente como Manual de Carreño, fue
escrito por el venezolano Manuel Antonio Carreño en Venezuela, en 1853.1
Esta obra contiene
lecciones y consejos sobre cómo deben comportarse las personas en lugares
públicos y privados, tales como el hogar, la familia, la escuela y el trabajo.
Si a Usted se le
hace muy tediosos leer de Filosofía o sobre Ética, le recomiendo que lea el
Manual de Carreño, pues sigue las pautas de los oficios de Marco Tulio Cicerón.