Lic. Francisco Javier Aragón Salcido.
Este artículo bien pudo haber sido titulado, como la Historia Universal de la Infamia, parafraseando una obra de Jorge Luis Borges, o bien, El Genio del Cristianismo de François-René, vizconde de Chateaubriand, religión que humanizó las relaciones familiares .
Fue
en el primer año de la Secundaria 17 , de Huatabampo, Sonora, en 1964, cuando
escuche perplejo en la clase de Historia
Universal, la historia del monte
Taigeto (en griego Taýgetos)
se trata de una cordillera del Peloponeso,
al sur de Grecia.
Esparta
practicaba una rígida EUGENECIA, tratase de la aplicación
de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie
humana, pues , apenas había nacido el niño espartano era
examinado por una comisión de ancianos en el Pórtico, para determinar si era
sano y estaba bien formado.
Esparta ( griego
ático, Spártē, «sembrado»), Lacedemonia (en griego, Λακεδαιμονία)
o Lacedemón fue la capital de Laconia y una de
las polis griegas más
importantes junto con Atenas, Tebas y Corinto.
Estaba situada en
la Antigua
Grecia, en la península del Peloponeso a orillas del
río Eurotas, entre los
montes Taigeto y Parnón. Para el 650 a. C.
la ciudad ya era una potencia militar en el conjunto de las ciudades republicas
de la Antigua
Grecia.
Esparta
fue una ciudad única en la Antigua
Grecia por su sistema social y su constitución, que
estaban completamente centrados en la formación y la excelencia militar. Así
sucede con todos los IMPERIOS.
En
el caso contrario , si el niño tenía alguna afección física, o psíquica , se le
consideraba una boca inútil y una carga para la ciudad. En consecuencia, se le
conducía al Apótetas, lugar de abandono, al pie del monte Taigeto, donde se le
arrojaba a un barranco.
Resulta que según
nos contó el maestro de historia, el Taigeto fue
utilizado por los espartanos para la
ejecución de los recién nacidos con defectos físicos, pero también de los
delincuentes contumaces , así como a los espías y traidores a la patria.
Confieso que me quedé muy impresionado con dicho pasaje histórico .
Esta práctica perduró durante
los Imperios, Romano, Germánico, y el de Carlo Magno.
Sería hasta la alta edad media, cuando en Italia y
España, sería suprimido.
Era algo terrible,
inhumano, brutal, contrario a mis principios morales cristianos , el inaudito hecho
de sacrificar a los niños con alguna discapacidad.
Según artículos de
Wikipedia, la enciclopedia abierta, colectiva y libre de Internet, que gloso,
parafraseo y trascribo, desde la época romana oriental (Bizantina siglo V d.C.)
hasta el siglo XIX, la montaña fue
conocida como Pentadáctilos (griego 'cinco
dedos').
Así
es que la educación tenía reglas rigurosas de disciplina, obediencia y
sometimiento a la autoridad. Los padres no educaban a sus hijos, ya que, a
partir de los siete años, los niños pasaban a depender del Estado y recibían
una instrucción muy severa y una vida dura: la cabeza rapada, recibían una
sola capa (himatión)
por año, caminaban descalzos, dormían sobre un jergón de juncos del Eurotas
quebrados a mano.
Los
niños aprendían técnicas de caza y lucha y se les daba gran importancia a los
ejercicios físicos. El objetivo de la educación era formar ciudadanos obedientes
y valientes guerreros.
Las mujeres de
Esparta disfrutaban de un estatus, poder y respeto desconocidos en el resto del
mundo clásico. Aunque las espartanas estaban oficialmente excluidas de la vida
militar y política, gozaban de alta consideración como madres de los guerreros
espartanos. Cuando los hombres se dedicaban a actividades bélicas, las mujeres
se responsabilizaban de dirigir las propiedades.
Tras las largas
guerras del siglo IV a.C., entre el 35 y el 40% de las tierras y propiedades de
Esparta quedó en manos de mujeres, era la forma más prestigiosa de propiedad privada. En el periodo
helenístico, algunos de los espartanos más ricos eran mujeres. Controlaban sus
propiedades, así como las de los parientes que habían partido con el ejército.
Había una especie de matriarcado.
Platón, que admiraba la
estructura legal y social de Esparta, pero afirmaba que la concesión de
derechos políticos y civiles a las mujeres «alteraría sustancialmente la
naturaleza del hogar y del Estado».
Muchos siglos después en la
España cristiana a virtud de la influencia de los clérigos
católicos, se establecieron los niños expósitos , por cierto es una
palabra actualmente en desuso y hace referencia a los recién nacidos
abandonados por su madre.
En nuestros días utilizamos el
término abandono y su desaparición se debe, en gran parte, a que ya no existen
las casas de expósitos, una institución que resolvía el problema de la
maternidad no deseada.
La "exposición" de
niños estaba socialmente aceptada y regulada, hasta el punto de que en todas
las ciudades importantes había una casa de expósitos y en ellas un torno, para
que la mujer pudiera depositar en él a su hijo sin ser vista por la persona que
lo recibía.
Expósito es
el recién
nacido o infante que ha sido abandonado o expuesto (es decir, sometido a
exposición, al desamparo) y a menudo entregado por sus padres a instituciones
de beneficencia denominadas inclusas o casas u
hospitales de expósitos u orfanatorios.
En tal virtud se
establecieron las inclusas, o también llamadas casas de
expósitos o casas-cuna, eran establecimientos de beneficencia en que
se acogía, albergaba y criaba a los niños expósitos abandonados en las puertas de
este tipo de instituciones o repudiados por sus progenitores, con el objeto de
salvar la vida de estos niños y disminuir el impacto del infanticidio debido a la
pobreza u otras causas.
La etimología del término proviene
del nombre de una imagen de la Virgen: Nuestra Señora de la Inclusa, que
presidía la casa de expósitos de Madrid, y que se trajo en el siglo XVI de la
isla holandesa de Sluys (que en
francés significa esclusa).
La ADOPCIÓN.- Jurídicamente, se entiende como adopción o filiación
adoptiva el acto jurídico mediante el
cual se crea un vínculo de parentesco entre una o
dos personas, de tal forma que establece entre ellas una relación de paternidad o de maternidad.
Hace mucho tiempo,
la adopción se veía como un acto de caridad. Hoy en día, la
adopción es una solución para que los menores de edad puedan volver
a tener una familia y las parejas
o personas solicitantes que quieran tener hijos y no puedan por cualquier
motivo puedan vivir y disfrutar la experiencia de la paternidad.
Antes de adoptar,
tiene que haber un proceso de reflexión, dejar transcurrir
un poco de tiempo, pues no es solo una cuestión de cariño. Además, dada la
función de protección del menor a que responde, se asumen las obligaciones de cuidar del
adoptado. Se procura, en todo momento, el interés superior del menor.
La adopción reviste
tres tipos: plena, simple e integrativa.
Esta división encuentra sus orígenes
en la adopción romana. En el imperio
Romano, existía la adrogatio , misma institución
jurídica que en el derecho civil romano,
era una forma de adopción por la cual
un pater familias, por lo tanto un sui iuris (con
todos los miembros de su familia que estaban bajo su potestad), entraba bajo la
patria potestad de otro, con el fin de proporcionar descendencia a quien no la
tenía.
Se hacía mediante una ceremonia pública
ante treinta lictores, como representantes de las antiguas treinta curias. En
provincias se hacía por concesión imperial (per rescriptum principis).
Y, luego estaba la adoptio, esta última a su vez se subdividía
en adoptio plena y minus plena, en la plena se daba la cesión de
la patria potestad mientras que en la minus plena se
formaba un vínculo entre adoptante y adoptado que podía (pues no era forzoso)
generar derechos de sucesión. Estas instituciones prevalecen en la legislación civil
y familiar de la actualidad.