El proceso de planeación es
un proceso cíclico que comprende las siguientes fases:
1ª Diagnóstico, que consiste
en el conocimiento y análisis del desarrollo de la realidad estatal, su
situación pasada, actual y sus tendencias, con el propósito de identificar los
principales problemas y obstáculos para el desarrollo institucional.
2ª Determinación de
objetivos y prioridades para el corto, mediano y largo plazos.
3ª Diseño de estrategias,
políticas y programas que permitan plantear los cursos de acción factibles y
necesarios para el logro de objetivos y metas.
4ª Especificación de medios,
que consiste en la definición de proyectos y acciones específicas destinados al
cumplimiento de los objetivos y en la identificación de los actores, mecanismos
y recursos legales, administrativos, materiales y financieros requeridos para
este fin.
5ª Definición de metas e
indicadores, que implica la estimación cuantitativa de los objetivos trazados,
sus variables sustantivas y su dimensión temporal .
6ª Seguimiento que consiste
en la verificación oportuna del cumplimiento de las acciones previstas y, en su
caso, en la posibilidad de valorar e introducir los ajustes que se consideren
necesarios para garantizar el cumplimiento del plan.
7ª Evaluación que consiste
en el análisis interno o externo, de los resultados, impactos y trascendencia
del plan con una visión de mediano plazo, a fin de conocer si el plan, los
objetivos y los resultados se corresponden con las necesidades que las
funciones sustantivas de la institución deben atender.