lunes, 26 de junio de 2017
domingo, 25 de junio de 2017
Mujeres filósofas. Artículo de Wikipedia la Enciclopedia Libre.
Una gran cantidad de mujeres se ha dedicado a la filosofía a
lo largo de la historia pero con frecuencia su pensamiento ha sido silenciado,
o bien, se ha transmitido de manera fragmentada.
Existen testimonios de mujeres filósofas al menos desde la Grecia
antigua y un número relativamente pequeño de ellas fueron consideradas como tal
en las épocas antigua, medieval, moderna y contemporánea, especialmente durante los siglos XX y XXI,
apenas hay mujeres filósofas que hayan entrado en el canon filosófico
occidental.1 2
La falta de reconocimiento está conectado con el papel secundario al que
se ha relegado a las mujeres en la sociedad. También las actitudes de algunos
filósofos occidentales que atribuían al hombre un carácter racional y a la
mujer un potencial más emotivo e intuitivo. De esta opinión fueron Aristóteles, Tomás de Aquino, Rousseau, Hegel, Schopenhauer y Nietzsche.
En la
filosofía antigua en Occidente, mientras que la filosofía académica era
típicamente del dominio de filósofos masculinos como Platón y Aristóteles,
filósofas como Hiparquia de Maronea (activa hacia el año 325 aC), Areta de
Cirene (activa en el siglo V-IV aC) y Aspasia de
Mileto (470-400 aC) mantuvieron también actividad durante este
período. Una notable filósofa medieval fue Hipatia
de Alejandria (siglo V).
Filósofas
modernas destacadas fueron Mary Wollstonecraft (1759-1797) y Margaret
Fuller (1810-1850). Entre las filósofas contemporáneas
influyentes están Susanne Langer (1895-1985), Hannah Arendt (1906-1975), Simone de Beauvoir (1908-1986), Mary Midgley (1919), Mary Warnock (1924), Celia Amorós (1944), Julia
Kristeva (1941), Patricia Churchland (nacida en 1943), Susan Haack (nacida
en 1945) y Amelia Valcárcel (1950).
A principios
del siglo XIX,
algunas universidades del Reino Unido y Estados
Unidos comenzaron a admitir a las mujeres, dando lugar a nuevas
generaciones de mujeres académicas.
Sin embargo, investigaciones del Departamento de Educación de los Estados Unidos realizados a finales de los años 1990 del siglo XX indicaban que la filosofía era uno de los campos más desiguales en las humanidades con respecto a la presencia de varones y mujeres.3 Las mujeres constituian apenas el 17% del estudiantado en la Facultad de filosofía.4 En 2014, Inside Higher Education describió la filosofía "... con una historia propia en la disciplina de la misoginia y acoso sexual" de las mujeres estudiantes y profesoras.5 Jennifer Saul, profesora de filosofía en la Universidad de Sheffield, declaró en 2015 que las mujeres "... están dejando la filosofía después de haber sido acosadas, agredidas o haber sufrido represalias".6
Sin embargo, investigaciones del Departamento de Educación de los Estados Unidos realizados a finales de los años 1990 del siglo XX indicaban que la filosofía era uno de los campos más desiguales en las humanidades con respecto a la presencia de varones y mujeres.3 Las mujeres constituian apenas el 17% del estudiantado en la Facultad de filosofía.4 En 2014, Inside Higher Education describió la filosofía "... con una historia propia en la disciplina de la misoginia y acoso sexual" de las mujeres estudiantes y profesoras.5 Jennifer Saul, profesora de filosofía en la Universidad de Sheffield, declaró en 2015 que las mujeres "... están dejando la filosofía después de haber sido acosadas, agredidas o haber sufrido represalias".6
A principios
de los años noventa, la Asociación
Filosófica Canadiense afirmó que existe un desequilibrio
de género y sesgo de género en el campo académico de la filosofía.7 En
junio de 2013, un profesor de sociología estadounidense declaró que "de
todas las citas recientes en cuatro prestigiosas revistas de filosofía, las
mujeres representan sólo el 3,6% del total". Los editores de la
Enciclopedia de Stanford de la Filosofía han trasladado su preocupación sobre
la subrepresentación de las mujeres filósofas,7 y
reclaman a editores y escritores garantizar que se incluyan las contribuciones
de las mujeres filósofas.
Según Eugene
Sun Park, "la filosofía es predominantemente blanca y predominantemente
masculina, esta homogeneidad existe en casi todos los aspectos y en todos los
niveles de la disciplina".2 Susan
Price sostiene que el "... canon filosófico sigue dominado por los hombres
blancos -la disciplina que ... todavía sigue al mito de que el genio está
ligado al género."8Según
Saul," la filosofía, la más antigua de las humanidades, es también
la más masculina (y la más blanca). Si bien otras áreas de las humanidades se
acercan a la paridad de género, la filosofía es en realidad más abrumadoramente
masculina incluso que las matemáticas."9
"Me
fui a hojear al menos tres enciclopedias filosóficas y de todos estos nombres
(salvo Hipatia) no encontré ningún rastro. No es que no hayan existido mujeres
filósofas. Es que los filósofos han preferido olvidarlas, quizás después de
haberse apropiado de sus ideas" dice el escritor y filósofo italiano Umberto Ecco en
"Filosofare al femminile" recordando la existencia de Diotima, Arete,
Nicarete, Ipazia, Astasia, Teodora, Leoncia y Caterina de
Siena, a propósito de la publicación en Francia de Histoire
des femmes philosophes de Gilles Menage,
latinista del siglo XVII, preceptor de Madame de Sévigné y de Madame de Lafayette cuyo libro,
aparecido en 1690, se titulaba originalmente Mulierum philosopharum
historia.10
Las ciencias de la comunicación o comunicología .
Según un artículo publicado en la
Enciclopedia Libre Wikipedia, estas agrupan
disciplinas que estudian, analizan o discuten los fenómenos sociales relacionados con la comunicación,
así como los medios que se emplean y el conjunto semiótico que construyen, generando sus propios
métodos de estudio y herramientas analíticas.
El objeto de estudio de las ciencias de la
comunicación –los procesos y fenómenos de comunicación-, con frecuencia es
también abordado por otras disciplinas, entre las que es posible mencionar la sociolingüística, la sociología,
la antropología social, la cibernética y la psicología social, entre otras.
Aunque es posible hablar de comunicación masiva desde la invención de la imprenta por Gutenberg,
no fue sino hasta la década de 1920 cuando se llevaron a cabo los primeros
estudios sobre la influencia de la propaganda en el contexto de la Europa de la Segunda Guerra Mundial, con el ascenso de
los regímenes fascistas de Alemania e Italia.
Si bien los clásicos griegos como Aristóteles, Gorgias y Sócrates,
hablaron de la persuasión como un modo para llevar a cabo el
proceso de la comunicación; estos autores se quedaron en el nivel
lógico-semántico de la cuestión y no plantearon el asunto desde el punto de
vista de una sociedad completa.
Aunque la retórica fue elaborada por Aristóteles hace ya
más de 2300 años, se basó en la observación empírica y esto fue el cimiento de
la gran infraestructura de la comunicación. Cabe destacar que, sobre todo, se
enfocaba en el orador. La retórica tuvo mucho menos interés en lo que había más
allá del orador, en los que escuchaban (el público), ni tampoco en la
retroalimentación que en algún momento se podía dar.
En la antigüedad, la retórica tuvo un enorme
prestigio como disciplina, y fue vista como un modelo en el cual una sola
persona podía convencer a todo un público. Sin embargo este enfoque tiene un
interés limitado desde el punto de vista más descriptivo de la ciencia moderna.
El
enfoque científico de la comunicación exigía un análisis empírico de los
efectos medibles u observables de la comunicación. Lo que diferencia a la
comunicación de lo que comúnmente se denominan ciencias
sociales, es el trabajo con un enfoque metodológico para el estudio
de una determinada "realidad". Se debe de estudiar la comunicación
desde una perspectiva más crítica, de
una manera más científica basada en modelos verificables y susceptibles de ser
mejorados, perfeccionados o generalizados. El campo de estudio de las ciencias
de la comunicación es muy extenso y, por esta razón, es muy complicado abordar
todos los aspectos relevantes y cada uno de sus "rincones".
Subespecialidades
y otras disciplinas.
La
comunicación abarca una gran variedad de especialidades, entre las que
destacan: la comunicación social, la comunicación institucional, la comunicación organizacional, las redes sociales , las telecomunicaciones, el periodismo,
la publicidad,
las relaciones públicas, la psicología organizacional y la comunicación audiovisual.
El
objeto de estudio de las ciencias de la comunicación –los procesos y fenómenos
de comunicación– también es abordado con frecuencia por otras disciplinas,
entre las cuales es posible mencionar a la lingüística,
la traductología,
la sociología,
la ciencia política, la cibernética y la psicología.
También se incluye la educación, que a su vez abarca la pedagogía y la andragogía.
sábado, 24 de junio de 2017
Enquiridion o Manual de Máximas de Epicteto.-
Epicteto, filósofo de
la estoa, nació en el año 50 d.C. en Hierápolis, ciudad de Roma, liberto del
liberto Epafrodito, secretario éste de Nerón; tiene por lema, “Abstente
de pasiones, afectos y opiniones”.Supera su defecto físico (cojera por
reuma) como superándose a sí mismo, tal que a los 43 años comienza su vida
pública como filósofo en la Nicópolis, fundando una escuela para la que trabaja
durante más de 40 años.
El estoicismo,
fundado por Zenon de Elea, era un movimiento del pensamiento que se oponía a la
tiranía de Calígulas y Nerones. Razón por la que los estoicos (tanto ciudadanos
o estoicos como esclavos o cínicos) fueron expulsados de Roma, hacia el año 71.
Por otra parte, Saulo
de Tarso, luego llamado Pablo, era estoico, y después de Yeshua, los llamados
cristianos mantenían elementos de la estoa en su doctrina. Tal que no se sabe
si ésta nace de estos o estos la adoptan como filosofía, hecho que, además,
revela un factor explicatorio de la animadversión romana contra Yeshua y los
judíos de ese entonces.
Arriano, uno de los
discípulos de Epicteto, quien hubiese tomado notas para sí, de las palabras del
maestro, publica, cuando ya probablemente el maestro había muerto, EL
ENQUIRIDON, o MANUAL DE LA ESTOA.
La libertad no existe sino en el sentido de
“liberarse de sus propias tonterías”, ( Prejuicio e Ignorancia) es decir de
todo lo que no depende de nosotros.
Hay, no obstante,
otro camino a elegir: el de las riquezas, honores, y competiciones; el de ser
reconocido y amado por otros. En tal caso, ha de atenerse uno a las
consecuencias de su elección, consecuencia no otra, que la de la humillación y
el caos.
La elección del
camino del reconocimiento propio del deseo, lleva consigo la libertad. La
elección del camino del deseo de reconocimiento, lleva consigo, si bien,
riquezas y honores. Éstos son sólo oropel, con el que se tapa el caos y el
sufrimiento.
Ninguno de los dos
caminos es fácil. El autor, lleva prudente y bellamente al camino del
reconocimiento del deseo y al mantenerse allí, en ese lugar, poniendo ejemplos,
haciendo llamado a lo que otros autores, como Sócrates por ejemplo, han dicho,
y realizando elaboraciones propias a partir de aquellas. El camino por el que
invita, no se logra, sin el conocerse a sí mismo, se diría, es un constante
saber sobre sí mismo, que conlleva a un saber sobre los otros.
En cuanto a todas las
cosas que existen en el mundo, unas dependen de nosotros, otras no dependen de
nosotros. De nosotros dependen; nuestras opiniones, nuestros movimientos,
nuestros deseos, nuestras inclinaciones, nuestras aversiones; en una palabra,
todas nuestras acciones.
Las cosas que no
dependen de nosotros son: el cuerpo, los bienes, la reputación, la honra; en
una palabra, todo lo que no es nuestra propia acción.
Las cosas que
dependen de nosotros son por naturaleza libres, nada puede detenerlas, ni
obstaculizarlas; las que no dependen de nosotros son débiles, esclavas,
dependientes, sujetas a mil obstáculos y a mil inconvenientes, y enteramente
ajenas.
Recuerda pues que, si
tú crees libres, a las cosas por naturaleza esclavas, y propias, a las que
dependen de otro; encontrarás obstáculos a cada paso, estarás afligido,
alterado, e increparas a Dios y a los Hombres.
En cambio si tú
tienes, a lo que te pertenece, como propio y, a lo ajeno como de otro; nunca,
nadie, te forzará a hacer lo que no quieres ni te impedirá hacer lo que
quieres.
No increparás a nadie, ni acusarás a persona
alguna; no harás ni la más pequeña cosa, que no desees; nadie, entonces, te
hará mal alguno, y no tendrás enemigos, pues nada aceptarás que te sea
perjudicial.
Aspirando entonces a
tan grandes bienes, recuerda que tú no debes trabajar mediocremente para
lograrlos, y que, en lo que concierne a las cosas exteriores, debes enteramente
renunciar a algunas y diferir otras.
Pues si buscas
armonizarlas, y ambicionas estos bienes y también riquezas y honores, quizá no
obtengas ni siquiera éstos últimos, por desear también los otros; pero con toda
seguridad, no obtendrás los únicos bienes con los que logras tu libertad y
felicidad.
Así, ante toda
fantasía perturbadora, está presto a decir: “Tú no eres sino una imaginación, y
en absoluto eres lo que parece”, enseguida examínala con atención y ponla a
prueba, para ello sírvete de las reglas que tienes, principalmente con esta
primera que es, a saber : de si la cosa que te hace penar es del número de
aquellas que dependen de nosotros o de aquellas que no están en nuestro poder.
Di sin titubear: “Esa en nada me atañe”.
DIÓGENES LAERCIO sobre las VIDAS, OPINIONES y SENTENCIAS de los FILÓSOFOS más ILUSTRES.
Los DIEZ
LIBROS de
LIBRO PRIMERO. PROEMIO.
I. Dicen algunos que la
Filosofía, excepto el nombre, tuvo su origen entre los Barbaros; pues como
dicen Aristoteles en su Magico y Socion en el libro 23 De
las Succesiones, fueron los Magos sus inventores entre los Persas, los
Caldeos entre los Asirios y Babilonios; los Gimnosofistas entre los Indios (
Brahamanes) ; y entre los Celtas y Galos los Drúidas, con los llamados
Semnotéos. Que Oco[1] fue
Fenicio, Zamolxis, Tracio; y Atlante, Líbico.
Los egipcios dicen que Vulcano,
hijo del Nilo, fue quien dio principio á la filosofía, y que sus profesores
eran sacerdotes y profetas. ( Hermes Trismegisto).
Que desde Vulcano hasta
Alexandro Macedon pasaron 48.863 años [2],
en cuyo espacio hubo 373 eclipses de sol y 832 de luna.
Desde los magos (el primero de
los cuales fue Zaratustra, persa) hasta la destrucción de Troya pasaron 5.000
años, según Hermodoro Platónico en sus escritos de Matemáticas.
Janto de Lidia pone 600 años
desde Zaratustra hasta el pasaje de Jerjes[3],
y dice que a Zaratustra sucedieron continuadamente otros muchos magos, a saber:
Ostanas, Astrapsicos, Gobrias y Pazatas hasta la destrucción de Persia por
Alejandro.
II. Los que esto dicen atribuyen
ignorantemente a los bárbaros las ilustres acciones de los griegos, de quienes
tomó principio no sólo la filosofía, sino también el género humano[4].
Ateniense fue Museo, tebano Lino.
Museo fue hijo de Eumolpo y, según dicen, el primero que escribió en verso
la Generación de los dioses y De la esfera, como
también que «todas las cosas proceden de una y se resuelven en la misma».
Dícese que murió en Falera, y se le puso por epitafio esta elegía:
En este monumento sepultado
guarda el suelo falérico a Museo,
hijo de Eumolpo, muerto cuanto al
cuerpo.
Aun los eumólpidas de Atenas
traen este apellido de Eumolpo, padre de Museo.
III. Lino dicen fue hijo de
Mercurio y de la musa Urania. Que escribió en verso la creación del mundo, el
curso del sol y de la luna y la generación de los animales y frutos. Su obra
empieza así:
Hubo tiempo en que todo
fue criado unidamente.
De donde, tomándolo Anaxágoras,
dijo que «todas las cosas fueron creadas a un tiempo, y sobreviniendo la
mente divina las puso en orden». Y que Lino murió en Eubea de una flecha
que le tiró Apolo, y se le puso este epitafio:
Yace aquí el cuerpo del tebano Lino,
cual hijo de la musa
Urania, hermosamente coronado.
De los griegos, pues, tomó
principio la Filosofía, puesto que hasta en el nombre[5] excluye
todo origen bárbaro.
IV. Los que atribuyen su
invención a los bárbaros citan a Orfeo Tracio, diciendo que fue filósofo y muy
antiguo. Yo no sé si conviene llamar filósofo a quien tales cosas dijo de los
dioses, porque, ¿qué nombre se puede dar a quien atribuye a los dioses todas
las pasiones humanas y hasta aquellas sucias operaciones por la boca que aún
los hombres cometen raras veces?[6].
Dicen que murió despedazado por las mujeres, pero del epitafio que hay en Dión,
ciudad de Macedonia, se ve que le mató un rayo. Dice así:
Aquí dieron las musas sepultura
al tracio Orfeo con su lira de
oro.
Jove, que reina en tronos
celestiales,
con flecha ardiente le quitó la
vida.
Estos que hacen derivar de los
bárbaros la filosofía exponen también el modo con que la trató cada uno de
ellos.
Dicen que los gimnosofistas y los
druidas filosofaron por enigmas y sentencias, que «se ha de adorar a
Dios, que a nadie se ha de hacer daño y que se ha de ejercitar la fortaleza».
Clitarco en el libro XII añade
que los gimnosofistas no temían la muerte, que los caldeos se ocupaban en la
Astronomía y predicciones y los magos del culto, sacrificios y deprecaciones a
los dioses como si sólo a ellos los oyeran, y que manifestaban su sentir en
orden a la esencia y generación de los dioses mismos, creyendo que son el
fuego, la tierra y el agua. Que no admitían sus simulacros o esculturas y que
reprobaban la opinión de los que dicen hay también diosas.
V. Soción en el libro XXIII dice
que los magos trataban mucho de la justicia, que tenían por impiedad quemar los
cadáveres y por cosa justa casar uno con su madre o con su hija[7].
Que ejercitaban las adivinaciones y predicciones, y decían se les aparecían los
dioses.
También que el aire está lleno de
simulacros que, fluyendo de los cuerpos, suben con los vapores a los ojos de
más aguda vista. Prohibían los afeites del rostro y vestir oro. Vestían de
blanco, dormían en tierra, comían hierbas, queso y pan ordinario; llevaban una
caña por báculo, y en su extremo ponían un queso y se lo iban comiendo.
Aristóteles dice en su Mágico que
ignoraban el arte de adivinar por encantos. Dícelo también Dinón en el libro IV
de su Historia, y añade que Zaratustra fue muy aplicado a la
observación de los astros, sacándolo de la significación de su nombre. Lo mismo
escribe Hermodoro.
Aristóteles en el libro primero De
la Filosofía hace a los magos más antiguos que los egipcios, y dice
que ponían dos principios en el mundo, un genio bueno y otro malo, llamados el
uno Júpiter y Orosmades y el otro Plutón y Arimanio.
Dícenlo también Hermipo en el libro primero De los magos, Eudoxo en
su Período[8] y
Teopompo en el libro VIII De la historia filípica.
VI. Dice éste, según sentencia de
los magos, que «los hombres han de resucitar, y entonces serán inmortales. Y
que las cosas existentes existen a beneficio de sus oraciones». Esto mismo
refiere Eudemón de Rodas. Hecateo dice, como doctrina de ellos, que «los
dioses fueron engendrados». Clearco Solense escribe en el libro De
la enseñanza que los gimnosofistas son descendientes de los magos.
Algunos pretenden que de ellos descienden los judíos.
Los que trataron de los magos
reprenden a Herodoto, pues es falso que Jerjes disparase dardos contra el sol y
echase grillos al mar, como dice Herodoto, siendo así que los magos los tenían
por dioses. Derribó, sí, sus estatuas y efigies.
VII. La filosofía de los egipcios
acerca de los dioses y de la justicia dicen ser ésta: que «la materia es
el principio de las cosas, y que de ella proceden después separadamente los
cuatro elementos y los animales perfectos. Que el sol y la luna son dioses;
aquél llamado Osiris, ésta Isis, expresados simbólicamente por
la figura del escarabajo, del dragón, del gavilán y de otros animales».
Dícenlo Manetón en su Epítome de
las cosas naturales y Hecateo en el libro primero de la Filosofía de
los egipcios, añadiendo que «les edifican templos y esculpen tales
efigies porque ignoran la figura de Dios. Que el mundo fue creado, es
corruptible y de figura esférica; que las estrellas son fuego, y por la
templada mezcla de sus influjos[9] da
la tierra sus producciones; que la luna padece eclipse cuando entra en la
sombra de la Tierra; que el alma permanece en el cuerpo cierto tiempo, y luego
transmigra a otro; que la lluvia proviene de las mutaciones del aire»[10].
Otras muchas cosas disputaron
sobre la Fisiología, según es de ver en Hecateo y Aristágoras. Tenían también
sus leyes sobre la justicia, que atribuyen a Mercurio. De los animales elevaron
a dioses a los que son útiles para los usos humanos. Y finalmente dicen haber
sido ellos los inventores de la geometría, astrología y aritmética. Esto baste
de la invención de la filosofía.
VIII. En cuanto al nombre,
Pitágoras fue el primero que se lo impuso llamándose filósofo,
estando en conversación familiar en Sición con Leontes, tirano de los
sicioneses o fliaseos, como refiere Heráclides Póntico en el libro que escribió De
la intercepción de la respiración[11].
«Ninguno de los hombres, dijo Pitágoras, es sabio: lo es sólo Dios».
Antes la filosofía se llamaba sabiduría,
y sabio el que la profesaba, habiendo llegado a lo sumo de su
perfección; pero el que se dedicaba a ella se llamaba filósofo;
aunque los sabios se llamaban también sofistas, y aun los poetas;
pues Cratino en su Arquíloco, citando a Homero y a Hesíodo, así los
llama.
Sabios fueron juzgados Tales,
Solón, Periandro, Cleóbulo, Chilón, Biante y Pítaco. A éstos se agregan
Anacarsis Escita, Misón Queneo, Ferecides Siro y Epiménides Cretense. Algunos
añaden a Pisístrato Tirano. Éstos fueron los Sabios.
IX. Las sectas o sucesiones de la
filosofía fueron dos: una desciende de Anaximandro, y la otra de Pitágoras. Del
primero fue maestro Tales, de Pitágoras lo fue Ferecides.
La primera secta se llamó jónica porque
Tales, maestro de Anaximandro, fue de Jonia, nacido en Mileto.
La otra se llamó italiana porque
Pitágoras, su autor, vivió casi siempre en Italia.
La secta jónica finaliza en
Clitómaco, Crisipo y Teofrasto.
La italiana en Epicuro, pues a Tales
sucedió Anaximandro, a éste Anaxímenes, a Anaxímenes sucedió Anaxágoras, a éste
Arquelao, a Arquelao sucedió Sócrates, que fue inventor de la moral.
A Sócrates sucedieron sus
discípulos, principalmente Platón, instituidor de la Academia primitiva.
A Platón sucedieron Espeusipo y
Jenócrates, a éste siguió Polemón, a Polemón siguieron Crantor y Crates, a éste
Arcesilao, que introdujo la Academia media, a Arcesilao sucedió
Lacides, inventor de la Academia nueva, a Lacides sucedió
Carnéades, y a Carnéades siguió Clitómaco. De este modo acaba en Clitómaco la
secta jónica.
X. En Crisipo terminó de la
manera siguiente: a Sócrates sucedió Antístenes, a éste Diógenes Cínico, a
Diógenes sucedió Crates Tebano, a Crates Zenón Citio, a Zenón sucedió Cleantes,
y a Cleantes Crisipo. Por último, en Teofrasto acabó así: a Platón sucedió
Aristóteles, y a Aristóteles Teofrasto. De este modo dio fin la secta jónica.
La italiana del modo siguiente: a
Ferecides sucedió Pitágoras, a Pitágoras sucedió Telauges, su hijo, a éste
Jenófanes, a Jenófanes Parménides, a Parménides Zenón de Elea, a éste Leucipo, y
a Leucipo Demócrito. A Demócrito sucedieron muchos, pero los más célebres son
Nausifanes y Naucides, a los cuales sucedió Epicuro.
XI. De los filósofos, unos
se llamaron dogmáticos y otros efécticos[12].
Los dogmáticos enseñan las cosas
como comprensibles.
Los efécticos se abstienen de
ello, suponiéndolo todo incomprensible.
Algunos de ellos nos han dejado
escritos; otros nada escribieron. Entre estos últimos suelen contarse Sócrates,
Estilpón, Filipo, Menedemo, Pirrón, Teodoro, Carnéades, Brisón y, según
algunos, también Pitágoras y Aristón Quío, que sólo escribieron algunas cartas.
Otros dejaron un escrito solo cada uno, como Meliso, Parménides y Anaxágoras.
Zenón escribió mucho; Jenófanes más que él; más que éste Demócrito; Aristóteles
más que Demócrito; excedióle Epicuro, y a éste superó Crisipo.
XII. Tomaron los filósofos sus
apellidos unos de sus pueblos, como los eleenses, megarenses, erétricos y cirenaicos.
Otros los tomaron de algunos
parajes, como los académicos y los estoicos.
Otros de algunas circunstancias,
como los peripatéticos; otros de sus cavilaciones, como los cínicos;
otros de ciertas afecciones, como los eudemónicos; y otros,
finalmente, de su opinión, como los llamados filaletes, los eclécticos y
los analogéticos.
Algunos toman nombres de sus
maestros, como los socráticos, epicúreos y
semejantes.
Otros se llamaron físicos por
haber escrito de física; otros morales por la doctrina moral
que enseñaron; y otros, finalmente, se llaman dialécticos por
ejercitarse en sutilezas y argumentos.
XIII. Tres son, pues, las partes
de la filosofía: física, moral y dialéctica.
La física trata del universo
y de las cosas que contiene.
La Moral de la vida humana y
cosas a nosotros pertenecientes.
Y la Dialéctica examina las
razones de ambas.
Hasta Arquíloco reinó la física.
Con Sócrates, como ya dije, comenzó la moral; y con Zenón de Elea la
dialéctica.
De la Moral hubo diez sectas, que
son: la académica, la cirenaica, la elíaca[13],
la megárica, la cínica, la erétrica, la dialéctica,
la peripatética, la estoica y la epicúrea.
XIV. Platón fue el fundador de la Academia
primitiva, de la media lo fue Arcesilao, y de la nueva Lacides.
De la secta cirenaica lo fue
Aristipo de Cirene; de la elíaca, Fedón de Elea; de la megárica, Euclides
Megarense; de la cínica, Antístenes Ateniense; de la erétrica, Menedemo de
Eritrea; de la dialéctica, Clitómaco Cartaginés; de la peripatética,
Aristóteles Estagirita; de la estoica, Zenón Citio; y, finalmente, la epicúrea
se llama así por su autor Epicuro.
XV. Hipoboto, en su tratado De
las sectas filosóficas, dice que éstas fueron nueve. Primera, la megárica;
segunda, la erétrica; tercera, la cirenaica; cuarta, la epicúrea;
quinta, la anniceria; sexta, la teodórica; séptima, la zenónica o estoica;
octava, la académica antigua; y novena, la peripatética.
De la cínica, eleática y dialéctica no
hace memoria.
La pirrónica se
estima poco por su oscuridad, diciendo unos que es secta y otros que no lo es.
Parece lo es, dicen, pues llamamos secta a aquella que sigue, o tiene todas las
apariencias de seguir, alguna norma de vida; por cuya razón podemos muy bien
llamar secta a la de los escépticos. Pero si por secta entendemos la propensión
a los dogmas que tienen séquito, no se podrá llamar secta, puesto que carece de
dogmas.
Hasta aquí de los principios,
sucesiones, varias partes y número de sectas que tuvo la filosofía.
Aunque no hace mucho tiempo que
Potamón Alejandrino introdujo la secta electiva, eligiendo de cada una de las
otras lo que le gustó más. Fue de opinión, según escribe en sus Instituciones,
que son dos los modos de indagar la verdad.
El primero es aquel con
que formamos juicio, y éste es el principal. El otro es aquel por
medio de quien le formamos, como con una exactísima imagen.
Que la causa material y
eficiente, la acción y el lugar son el principio de las cosas; pues siempre inquirimos de
qué, por quién, cuáles son y en dónde se
hacen.
«Y el fin a que deben
dirigirse todas las cosas es, dice, la vida perfecta por medio de todas las virtudes,
incluso los bienes naturales y adventicios del cuerpo».
jueves, 22 de junio de 2017
La teoría de las FORMAS o de las Ideas es una de las bases de la filosofía platónica.
La teoría de las FORMAS o
de las Ideas es una de las bases de la filosofía platónica. Glosa y paráfrasis de un
artículo publicado en Wikipedia la
Enciclopedia Libre de Internet .
Don Quijote Cabalga de Nuevo.-
-INCOGNITAS .- Acaso la iniciación
o la participación asidua , sea espontanea
, lúdica , ingenua , analítica o critica
en las Redes Sociales de Internet, -dado
que el Ciberespacio se basa en la Lógica
y las Matemáticas- permitirán , arribar
al -TOPUS URANUS- que presuntamente es la
morada de las Formas, Ideas , Sustancias
Trascendentes , el verdadero Ser .
Se democratizara la PAIDEA (
educación ) , con la virtualidad de la WEB. Mejorara la especie humana . Permite
el delirio divino a cualquiera . Creo que es una posibilidad real.
Platón hace una división entre un mundo de cosas sensibles,
(mundo sensible) y otro que no se puede percibir por medio de los sentidos
(mundo inteligible) donde habitan las ideas.
Según esta noción , las formas son conceptos, inteligibles,
inmutables, individuales y eternos: son, por tanto los verdaderos seres. Además
son la causa del mundo sensible.
( Que hay en la NUBE de la WEB,
quien la habita, donde esta , que la mueve, que bien nos prodiga, porque es tan adictiva ).
Contempla Platón dichas ideas
como la estructura, los modelos a partir de los cuales se basan las cosas
físicas, que no son más que copias imperfectas de aquellas.
( Son los tres niveles del
SER: Idea o Modelo de Mesa, Dibujo o Pintura de la Mesa , y el Objeto ,
sustancia o Mesa material ).
Para Platón en el mundo de las ideas no
existen la dualidad ni el cambio; es el mundo de lo que realmente Es .
( Esencias o sustancias
reales eternas ) .
En oposición a éste nos
encontramos el mundo sensible,
o realidad aparente, la cual es reflejo del primero y en el cual nos hallamos,
que no es; sin embargo tiene algo de real por su participación en
lo inteligible.
( El Ser se manifiesta en el
Plano del Espíritu, Psique y Soma).
Los entes sensibles (materiales)
no son sino reflejos de las formas. No obstante las formas por simples que sean
están limitadas por la capacidad cognocitiva (coeficiente intelectual ) de los
individuos.
Superando el mundo sensible(teología
trascendente)nos encontramos con el mundo inteligible, el mundo de las ideas . ( Véase la alegoría de la Caverna).
Las ideas son objeto de
conocimiento de la ciencia suprema: la Dialéctica ( lógica) , mientras que las matemáticas y otros saberes
(astronomía, música, geometría) son objeto de conocimiento de la razón
discursiva .
Las matemáticas (y otras ciencias
afines) y a la dialéctica, son consideradas por Platón como conocimiento cierto
y seguro, destacando a la dialéctica dado que en un sentido estricto es la
ciencia suprema pues alcanza la comprensión del principio incondicionado o
absoluto (las matemáticas nos darían hipótesis y preparan nuestra mente para la
dialéctica).
Las formas aparecen jerarquizadas
y en la cima de todas ellas nos encontramos a la forma del bien, fuente de ser y de verdad
de todas las demás formas.
Las formas o ideas se relacionan
entre sí de un modo complejo, y no es fácil captar esas relaciones, como se
explica en el diálogo que lleva como título el Sofista.
Después de la idea de bien
tenemos la de la belleza y la justicia, todos los conceptos éticos, los
matemáticos y, por último las ideas de los seres materiales.
( Se trata del gran TERNARIO pitagórico
. El Bien, la Belleza y la Verdad) .
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