Una gran cantidad de mujeres se ha dedicado a la filosofía a
lo largo de la historia pero con frecuencia su pensamiento ha sido silenciado,
o bien, se ha transmitido de manera fragmentada.
Existen testimonios de mujeres filósofas al menos desde la Grecia
antigua y un número relativamente pequeño de ellas fueron consideradas como tal
en las épocas antigua, medieval, moderna y contemporánea, especialmente durante los siglos XX y XXI,
apenas hay mujeres filósofas que hayan entrado en el canon filosófico
occidental.1 2
La falta de reconocimiento está conectado con el papel secundario al que
se ha relegado a las mujeres en la sociedad. También las actitudes de algunos
filósofos occidentales que atribuían al hombre un carácter racional y a la
mujer un potencial más emotivo e intuitivo. De esta opinión fueron Aristóteles, Tomás de Aquino, Rousseau, Hegel, Schopenhauer y Nietzsche.
En la
filosofía antigua en Occidente, mientras que la filosofía académica era
típicamente del dominio de filósofos masculinos como Platón y Aristóteles,
filósofas como Hiparquia de Maronea (activa hacia el año 325 aC), Areta de
Cirene (activa en el siglo V-IV aC) y Aspasia de
Mileto (470-400 aC) mantuvieron también actividad durante este
período. Una notable filósofa medieval fue Hipatia
de Alejandria (siglo V).
Filósofas
modernas destacadas fueron Mary Wollstonecraft (1759-1797) y Margaret
Fuller (1810-1850). Entre las filósofas contemporáneas
influyentes están Susanne Langer (1895-1985), Hannah Arendt (1906-1975), Simone de Beauvoir (1908-1986), Mary Midgley (1919), Mary Warnock (1924), Celia Amorós (1944), Julia
Kristeva (1941), Patricia Churchland (nacida en 1943), Susan Haack (nacida
en 1945) y Amelia Valcárcel (1950).
A principios
del siglo XIX,
algunas universidades del Reino Unido y Estados
Unidos comenzaron a admitir a las mujeres, dando lugar a nuevas
generaciones de mujeres académicas.
Sin embargo, investigaciones del Departamento de Educación de los Estados Unidos realizados a finales de los años 1990 del siglo XX indicaban que la filosofía era uno de los campos más desiguales en las humanidades con respecto a la presencia de varones y mujeres.3 Las mujeres constituian apenas el 17% del estudiantado en la Facultad de filosofía.4 En 2014, Inside Higher Education describió la filosofía "... con una historia propia en la disciplina de la misoginia y acoso sexual" de las mujeres estudiantes y profesoras.5 Jennifer Saul, profesora de filosofía en la Universidad de Sheffield, declaró en 2015 que las mujeres "... están dejando la filosofía después de haber sido acosadas, agredidas o haber sufrido represalias".6
Sin embargo, investigaciones del Departamento de Educación de los Estados Unidos realizados a finales de los años 1990 del siglo XX indicaban que la filosofía era uno de los campos más desiguales en las humanidades con respecto a la presencia de varones y mujeres.3 Las mujeres constituian apenas el 17% del estudiantado en la Facultad de filosofía.4 En 2014, Inside Higher Education describió la filosofía "... con una historia propia en la disciplina de la misoginia y acoso sexual" de las mujeres estudiantes y profesoras.5 Jennifer Saul, profesora de filosofía en la Universidad de Sheffield, declaró en 2015 que las mujeres "... están dejando la filosofía después de haber sido acosadas, agredidas o haber sufrido represalias".6
A principios
de los años noventa, la Asociación
Filosófica Canadiense afirmó que existe un desequilibrio
de género y sesgo de género en el campo académico de la filosofía.7 En
junio de 2013, un profesor de sociología estadounidense declaró que "de
todas las citas recientes en cuatro prestigiosas revistas de filosofía, las
mujeres representan sólo el 3,6% del total". Los editores de la
Enciclopedia de Stanford de la Filosofía han trasladado su preocupación sobre
la subrepresentación de las mujeres filósofas,7 y
reclaman a editores y escritores garantizar que se incluyan las contribuciones
de las mujeres filósofas.
Según Eugene
Sun Park, "la filosofía es predominantemente blanca y predominantemente
masculina, esta homogeneidad existe en casi todos los aspectos y en todos los
niveles de la disciplina".2 Susan
Price sostiene que el "... canon filosófico sigue dominado por los hombres
blancos -la disciplina que ... todavía sigue al mito de que el genio está
ligado al género."8Según
Saul," la filosofía, la más antigua de las humanidades, es también
la más masculina (y la más blanca). Si bien otras áreas de las humanidades se
acercan a la paridad de género, la filosofía es en realidad más abrumadoramente
masculina incluso que las matemáticas."9
"Me
fui a hojear al menos tres enciclopedias filosóficas y de todos estos nombres
(salvo Hipatia) no encontré ningún rastro. No es que no hayan existido mujeres
filósofas. Es que los filósofos han preferido olvidarlas, quizás después de
haberse apropiado de sus ideas" dice el escritor y filósofo italiano Umberto Ecco en
"Filosofare al femminile" recordando la existencia de Diotima, Arete,
Nicarete, Ipazia, Astasia, Teodora, Leoncia y Caterina de
Siena, a propósito de la publicación en Francia de Histoire
des femmes philosophes de Gilles Menage,
latinista del siglo XVII, preceptor de Madame de Sévigné y de Madame de Lafayette cuyo libro,
aparecido en 1690, se titulaba originalmente Mulierum philosopharum
historia.10
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