Lic. Francisco Javier Aragón Salcido.
¿AMLO al
100 ? . Comentario a un artículo de Federico Arreola relativo a las manifestaciones que sobre su estado
de salud ha hecho López obrador; resulta
que el director de SDP Noticias, me hizo recordar el interesante dialogo del jurista, político y filosofo romano , de Senectute, el cual contiene una conversación
entre Catón El viejo y Escipión justamente sobre la vejez , mismo que aquí gloso
y parafraseo .
-Federico Arreola: ¿AMLO al
100? . Pregunto lo anterior porque así es como se siente Andrés Manuel,
según lo dijo en sus redes sociales: “Cumplo 64 y estoy al 100 con el favor de
Dios, del pueblo, la naturaleza y la ciencia”.
-El
problema de alardear de salud juvenil después de los 60 es el refrán aquel de
“dime de qué presumes y te diré de qué careces”.
-Lo
dijo Jules Renard: “La vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he
sentido tan joven”, esto es, cuando se lanzan mensajes triunfalistas de “cumplo
64 y estoy al 100”.
-“Honestamente
hablando, con excesivo optimismo podría decir que ( tengo 62 años , pero) estoy al 50… Sería una falsedad afirmar otra
cosa. Conste, no estoy sugiriendo que AMLO sea incapaz de gobernar a los 64
años. Todo lo contrario, sería muy buen presidente, pero ¿está al 100?
Obviamente, no.
-( AMLO)
. Sufrió un infarto, vive en el estrés, el deporte que práctica, el beisbol, no
es precisamente el mejor ejercicio para mantenerse en forma, seguramente va con
demasiada frecuencia al baño (la pinche próstata así nos trae a todos los de mi
generación y más viejos).
Pero volviendo
al dialogo ciceroniano. Es muy clara la posición que tiene Marco Tulio Cicerón sobre la vejez, este dialogo
lo escribió en uno de los mejores momentos intelectuales de
la vida.
En la
actualidad se dice que los políticos muy longevos porque toman la vitamina Poder.
En los
reinados y en las monarquías hereditarias
, o bien en la iniciativa privada ,
prevalecen los intereses dinásticos, o sea quien será el delfín o junior, que mejor
continuara con la perpetuación del
poderío o riqueza de la estirpe, empero y en las repúblicas no es del todo así,
de tal manera que un presidente , no obstante su corta edad , puede ser joven aún cuando deja el cargo , tomemos por
caso , podría tener menos de sesenta años, no obstante es evidente que los
ricos y poderosos, suelen padecer una
fiebre de senectud y nostalgia , en razón de que inexorablemente termina el
periodo de su mandato y vida útil , y, se le termina su inmenso poderío e
influencia , es siempre doloroso no ser el actor principal en la escena .
Debemos
recordar que en el año 44 a. C., sólo
faltaban pocos meses para que el gran
orador Marco Tulio Cicerón fuera asesinado por los esbirros de Pompeyo .
Probablemente,
al saber que su oposición al gobierno de la república le traería serios problemas, Marco Tulio Cicerón comenzó a escribir obras de alto contenido filosófico, como es este dialogo de Senectute , así como el de la Amistad, y, desde luego las Discusiones Tusculanas, que incluyen los temas; sobre la Muerte, la enfermedad, las
cavilaciones, las enfermedades del alma y la virtud, pues ¿qué más filosófico
que hablar sobre estos peliagudos asuntos , a los que todo el mundo les rehúye
como si de una fatal maldición se tratara ?.
En el dialogo en comentario, Catón lo inicia diciendo que es siempre típico que el más
joven quiere alcanzar la adultez, pero cuando llega quiere deshacerse
de ella cuanto antes.
No ocurre así con el poder en las repúblicas, pues un
presidente o primer ministro saliente, observa con nostalgia el término de su
sexenio o decenio , ya que se va a su casa a escribir sus memorias , de
embajador o a la cárcel .
En consecuencia no se debe considerar la
vejez como si fuera algo malo en sí mismo, que nos fuera a pasar. Los
dictadores como fue Dionisio el viejo
tirano de Siracusa, según cuenta Cicerón en las Tusculanas , son bien
especiales, difícilmente renuncian al mando, incluso cuando son desterrados , siguen soñando , en
el exilio, con el regreso al poder , o bien
se desempeñan como instructores de modestos regimientos , es que no saben otra
cosa que hacer, más que a toda costa mandar
.
Sin embargo, lo importante es siempre pasar por
este mundo realizando buenas acciones porque de lo contrario, ¿qué se recordará
de nosotros cuando seamos viejos o hayamos muerto ? . De la ahí la sentencia evangélica
; por sus frutos los conoceréis. ¿Quien
recuerda bien a los hijos de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría o José López
Portillo?. Nadie que sepamos .
Siempre es necesario que dejemos alguna obra
nuestra que sea buena para todos y para nosotros. Es diferente lo que
ocurre con los hijos del general Lázaro
Cárdenas, de Miguel Alemán, y Miguel de la Madrid.
Cosas que la vejez agrava
(según la opinión general).
Los negocios o empresas .
Los negocios o empresas .
La primera cosa que dicen que la vejez agrava son
los negocios, sin embargo,
cuando se es más viejo se es más sabio y por lo tanto, los negocios serían
mejores. Los hombres mayores que han sido recatados logran educar buenos descendientes y mejores equipos de
trabajo que les garantizar ejecutar su designios y proyectos, incluso aún después
de muertos .
Por ese motivo , en Roma, solo los ancianos podían ser senadores.
La fuerza de juventud. No se debe sentir mal por perder las fuerzas de la juventud, puesto que la vejez ha otorgado de fuerza suficiente a los ancianos para mantener sus negocios públicos y privados y sus vidas.
El mismo Catón, que a ese tiempo tenía 81 años, no extraña aquella fuerza que tenía antes, pues ahora solo quiere descansar.
La fuerza de juventud. No se debe sentir mal por perder las fuerzas de la juventud, puesto que la vejez ha otorgado de fuerza suficiente a los ancianos para mantener sus negocios públicos y privados y sus vidas.
El mismo Catón, que a ese tiempo tenía 81 años, no extraña aquella fuerza que tenía antes, pues ahora solo quiere descansar.
Además,
si cuando joven se ejercitó y se cuidó la salud, el temor de enfermarse en la
vejez será nulo; de lo contrario, vendrán todos los achaques. Y, lo peor
son las cavilaciones, o sea los
pensamientos negativos que se partan de la recta razón.
Carencia de placer. Pero ¿qué mejor que alejarse de los placeres que nos llevan a la perdición? cuando se es joven , los ímpetus nos traicionan y luego caemos en la enfermedad de la naturaleza.
Carencia de placer. Pero ¿qué mejor que alejarse de los placeres que nos llevan a la perdición? cuando se es joven , los ímpetus nos traicionan y luego caemos en la enfermedad de la naturaleza.
Cuando se
es viejo ya sólo se querrá la virtud en vez de los placeres, lo que es mucho
mejor que tener el deseo desenfrenado del placer que sucede en la
juventud.
La cercanía con la muerte. Es cierto que mientras más viejos somos, más cerca de la muerte estamos. Y la muerte no es otra cosa que una puerta hacia la eternidad.
La cercanía con la muerte. Es cierto que mientras más viejos somos, más cerca de la muerte estamos. Y la muerte no es otra cosa que una puerta hacia la eternidad.
Sin
embargo, no debemos olvidar que la muerte no sólo está en la vejez, sino que
también en la juventud. Hay tantos muertos en vida a virtud de sus excesos y
latrocinios.
En
efecto, los jóvenes por su temeridad se enfrentan en la guerra a los enemigos y
mueren por lo mismo; por otro lado, también se muere por enfermedades y estas
no discriminan edad.
Por lo tanto, ¿para qué temer tanto? la muerte está siempre presente en nuestra vida.
Por lo tanto, ¿para qué temer tanto? la muerte está siempre presente en nuestra vida.
Si como
dijo Sócrates, todo termina con la muerte, para que preocuparse; pero si
creemos que reencarnamos, hay que averiguar la razón de esta
metempsicosis; o bien si como los
cristianos creemos que resucitaremos después del gran juicio
final, deberemos entonces escoger el
camino de la justicia , el bien ,la belleza y la verdad, para preservar la
pureza de nuestras almas que tarde o temprano partirán para el mas allá, y habitaran
el purgatorio, el cielo o el mismísimo infierno.
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