miércoles, 15 de marzo de 2023

Andrés Manuel López Obrador no actúa como Porfirio Díaz. Entrevista con James J. Creelman . Ni otros presidentes TIMORATOS.

Maestro Francisco Javier Aragón Salcido.

La relación bilateral de México con el Imperio Norteamericano, desde antes de  la Independencia en 1821, siempre ha  sido asimétrica. Se ha caracterizado por más sombras que luces. No voy a revivir viejos traumas como fue la Guerra del 47, que  nos  costo la perdida de la mitad de nuestro original e inmenso territorio nacional .

En los tiempo que transcurren, en realidad recibimos un trato como el de pares, somos su principal socio comercial,  junto a Canadá, hay respeto a nuestra soberanía , designios y proyectos, es que somos la octava economía mundial, y desde el punto de vista de la Geopolítica, la indiscutida hegemonía mundial de nuestro  grande y estimado país vecino del norte , enfrenta  la competencia comercial , industrial, financiera y militar de la Unión Europea , Rusia,  la de Asia , India, China y Japón, y la de una serie de países con economías emergentes denominados BRICS , en este siglo XXI , México dejo de ser el patio trasero de los Estados Unidos, hoy en día siguiendo con el símil seríamos algo así como su  play room o sala de juegos  .

El Presidente Andrés Manuel López Obrador esta consiente de esta nueva realidad, por ello actúa con atingencia, sobriedad  y firmeza. La relación bilateral es de cooperación en todos los ámbitos ;  económico, político, social, cultural, hacendario, policiaco , militar, judicial, ya no es de subordinación como hace apenas unos pocos años .

Lamentablemente eso no lo entienden los incultos e interesados comentocratas de la CDMX que viven en el pasado del PRI y del PAN, cuyos CORRUPTOS presidentes y ministros actuaban como fiscalizadores del Imperio; Miguel De la Madrid,  Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña. 

Los ex presidentes en cita, se  ponían a temblar de miedo ante insinuaciones, declaraciones, reclamos, criticas o necedades de políticos republicanos y demócratas, o bien ante notas airadas e inducidas por el State Deparment de EU, de periodistas en  los medios escritos y electrónicos de EU y,  prestos,  los presidentes , se abocaban a dar explicaciones , excusas o  de plano se allanaban a las demandas fueran estas hechas por mera politiquería , o  para farolear en sus campañas y elecciones internas  , y en caso de excepción atendían  las fundadas ,  motivadas , y razonables peticiones del Tío Sam  .  

Hoy en día existe un área denominada como Mesoamérica entre  EU-MX, compuesto al decir de Carlos Fuentes, por una amplia franja transfronteriza integrada por los Estados americanos del Sur y, los del Norte de México.  Se reconocen 30 millones de México-Americanos, aunados a los cerca de 12 millones de indocumentados; para esto  el  intercambio comercial casi llega al billón de  dólares, para el 2030 se estima que los mexicoamericanos , serán unos 50 millones de habitantes en los EU, constituyendo la primera minoría, los WASP serán como 130 millones, los afroamericanos unos 35 millones .

Los tres mil kilómetros de frontera MX-EU, se han achicado o por lo menos desdibujado. Los mexicanos del norte del país  , como mínimo  tenemos un abuelo, padre, hijo, nieto, hermano, tío, primo , sobrino con la doble nacionalidad, esa es una realidad innegable. Y no hay rencor , envidia o desavenencia  con los gringos, solo admiración y respeto.  

Existe toda una interrelación que da origen a una mutua comprensión y aculturación que viaja en ambos sentidos , misma que , muchos políticos, intelectuales y periodistas del altiplano  no logran  entender y mucho menos asimilar, se observa que son más europeizantes o españolados .   

Pero vallamos a la narrativa  de don Porfirio Díaz Mori, a inicios del siglo XX. Según refiere Dora Alicia Carmona en : MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.

“ El periodista norteamericano James J. Creelman llegó a México a mediados de noviembre de 1907, para realizar una entrevista al Presidente General don  Porfirio Díaz Mori ” .

Pero mucho cuidado  mi muy estimado  lector,  resulta que : “ James J. Creelman traía consigo una carta de presentación del presidente de los Estados Unidos Teodoro Roosevelt en la que le inquiría a don Porfirio Díaz Mori si pensaba reelegirse y sobre el destino de  las inversiones extranjeras y norteamericanas en México. Había una notoria tendencia de afrancesamiento de la elite gubernamental.  La entrevista tuvo amplia difusión tanto en la prensa norteamericana como en la mexicana” .

En este orden de ideas: “ Los días 3 y 4 de marzo de 1908, el diario “El Imparcial”, de la Ciudad de México, reprodujo en español el texto de la entrevista que el presidente Porfirio Díaz había concedido, seis meses antes, a James J. Creelman “.

Es evidente que se  trató  de una  entrevista inducida  por el Presidente norteamericano, Teodoro Roosevelt  , con preguntas impuestas por él mismo y,  desde luego , las respuestas fueron efectuadas a modo por parte del viejo dictador . Para nuestra fortuna , hoy en día no sucede lo mismo , ya son otros LOPEZ y TIEMPOS . Honor y Gloria para el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

La entrevista del reportero  James J. Creelman causó una gran expectación y diversas reacciones en la opinión pública  de los Estados Unidos y de México . Fue la mecha que encendió la Revolución Maderista del 20 de noviembre de  1910, bajo el lema: Sufragio Efectivo No Reelección, producto del Libro la Sucesión Presidencial del Apóstol de la Democracia don Francisco I. Madero.

--Pregunta genérica de James J. Creelman.- Su larga permanencia en el poder han hecho nugatoria la Democracia en México.

-Porfirio Díaz .- “Es un error creer que los sentimientos democráticos de la República se hayan debilitado por mi larga permanencia en la Presidencia, decía tranquilamente.

Puedo sinceramente afirmar que el continuado ejercicio del poder no ha menguado mis ideales políticos y creo, por el contrario, que la democracia trae consigo los verdaderos y únicos principios de un buen Gobierno aunque en realidad sólo sean practicables en los pueblos que han llegado a su pleno desarrollo...

Aquí en México las condiciones son muy distintas. Yo recibí el Gobierno de las victoriosas manos de un ejército, en un tiempo en que este pueblo estaba dividido y muy poco preparado para el supremo ejercicio de las prácticas democráticas.

Haber dejado sobre las masas la completa responsabilidad del Gobierno, desde un principio, hubiera sido lo mismo que crear tales condiciones que hubieran traído el descrédito de la causa para un gobierno liberal.

Es cierto también que una vez que se me confió el poder supremo, por el ejército, se convocó a elecciones, y refrendado su voto para mí, el poder me fue conferido directamente esta vez, por el pueblo.

He procurado, con el concurso de las personas que me rodean, conservar incólume la práctica del Gobierno democrático.

Hemos mantenido intactos sus principios y al mismo tiempo hemos adoptado una política que bien pudiera llamarse patriarcal, en la actual administración de los negocios de la Nación; guiando y restringiendo a la vez las tendencias populares, con plena fe en que los beneficios de la paz traerían como resultados la educación, la industria y el comercio, desarrollando, al mismo tiempo, elementos de estabilidad y unión en un pueblo naturalmente inteligente, afectuoso y caballeresco.

He aguardado durante muchos años pacientemente, a que el pueblo de la República estuviera preparado para elegir y cambiar el personal de su Gobierno, en cada período electoral, sin peligro ni temor de revolución armada y sin riesgo de deprimir el crédito nacional o perjudicar en algo el progreso de la Nación, y hoy presumo que ese tiempo ha llegado ya.

--James J. Creelman .- ¿Cree usted exacta, señor Presidente, la aserción de que exista la verdadera democracia, ahí donde no existe la clase media?— pregunté.

El Presidente respondió con su benévola sonrisa y moviendo ligeramente su cabeza.

—James J. Creelman .- La creo exacta —me dijo—. México tiene hoy una clase media que nunca había tenido antes, y la clase media, es bien sabido que aquí, como en todas partes, forma los elementos activos de la sociedad.

Los ricos están demasiado preocupados con sus riquezas y con sus dignidades, para ocuparse en algo del bienestar general; los hijos de ellos no procuran con ahínco ni mejorar su instrucción ni formar su carácter.

Por la otra parte, los individuos de la clase del pueblo son, por desgracia, bastante ignorantes para aspirar al poder.

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