Según un artículo tomado de Wikipedia, la enciclopedia abierta, colectiva y libre de internet, que gloso y parafraseo in extenso; El tema central en el atrevido dialogo El Banquete de Platón, es el amor libre, hoy se le denomina como homoparental. Es este un sentimiento que inspira la búsqueda de la verdad y el intento por lograr la inmortalidad, nos dice Sócrates, el personaje central del texto.
Sinopsis.- Los discursos o disertaciones muestran los diferentes estilos retóricos de los oradores. La plena OTREDAD de la palabra, ya que asumen que los antagonistas también tienen su voz. Como debe ser en una democracia, prevalece la comprensión y tolerancia con el punto de vista u opinión diferente.
Sócrates utiliza palabras claras y confía en el poder de su argumentación. Pausanias tiene un estilo similar, pero está más concentrado en tratar de convencer a su audiencia. Fedro se deja llevar por su entusiasmo juvenil. El doctor Erixímaco representa al científico ilustrado. El escritor de tragedias, Agatón, habla con un tono solemne, que busca ser efectista, pero su discurso está vacío de contenido. El escritor de comedias, Aristófanes, relata el mito de la media naranja o sea el de los ANDROGINOS, e introduce con ello un cambio en el curso del contenido de los discursos: todo lo dicho hasta ese momento es bello solo en apariencia. Es Sócrates quien expresa con las palabras de la sabia Diotima el elemento central del simposio.
El discurso de Fedro.
No existen datos de que Eros haya tenido padres; es por ello que debe ser el dios más viejo. Según Hesíodo, al principio, antes de que Eros pisara la Tierra, reinaba el caos. Así, él es quien hace el mayor bien a los hombres; eso significa que, para un muchacho, lo mejor es tener un amante virtuoso y, para un amante, lo mejor es amar un objeto virtuoso. Además, el amor hace que los hombres y las mujeres hagan cosas buenas, porque si hicieran algo malo, deberían avergonzarse frente a sus seres amados, más que frente a cualquier otra persona.
El discurso de Pausanias.-
Hay dos imágenes de Afrodita, la diosa del amor: la versión anciana de Afrodita, es también llamada la Afrodita celestial. La otra es la malvada, la terrenal. También existen dos tipos de Eros, pero solo debe adorarse al dios que conduce a un amor bello.
El amor terrenal solo aspira a la satisfacción física y se encuentra tanto en los hombres como en las mujeres. El amor celestial, por el contrario, solo se encuentra entre los hombres.
“¿No es una vergüenza, Erixímaco, que para otros dioses existan himnos y peanes, dedicadas a ellos por los poetas, pero que, para Eros, un dios tan antiguo y tan poderoso no haya ni siquiera un poeta, entre los muchos que existen, que le haya dedicado un discurso de alabanza?. Sin embargo, cada ciudad reacciona de diferente modo frente las relaciones amorosas entre hombres.
El discurso de Erixímaco.
Eros es un principio elevado que no solo interviene en las relaciones interpersonales; también atraviesa la naturaleza y el cosmos. Los opuestos se atraen, y la enfermedad y la salud se atraen; en consecuencia, están unidos. En este sentido, vale lo que ya dijo Pausanias: no es posible ceder a lo feo, a lo malo.
La música es un arte que sabe cómo unir a los opuestos: la consonancia es el principio de la armonía y del ritmo. Lo mismo rige para la ciencia: aquí es importante acercarse a la musa celestial Urania y mantenerse lejos de la terrenal y malvada musa Polihimnia, pues como musa del placer musical, es ella quien abre la puerta al desenfreno. Los científicos también deben ayudar al buen Eros a imponerse, porque gran parte de los males del mundo crece en el desorden y el desenfreno; es decir, que del Eros malvado surgen las pestes, las tempestades y los crímenes.
El discurso de Aristófanes.
Los hombres todavía no han comprendido el poder de Eros. Para entender la verdadera esencia de este dios amigo de los hombres es necesario regresar al tiempo antes del tiempo. Entonces no había dos sino tres sexos: las mujeres, los hombres y los andróginos, es decir, los seres con dos sexos. Su forma era redonda y tenían dos cabezas y dos cuellos, cuatro brazos, cuatro piernas y dos genitales. Eran seres fuertes y seguros de sí mismo.
Pero cuando se volvieron demasiado poderosos para Zeus, el dios resolvió dividir a los hombres bola por la mitad para debilitarlos. Los partió por la mitad y el dios Apolo curó las heridas del corte cociendo sus vientres. Así surgieron los ombligos.
Los nuevos bípedos no hacían más que buscar a su otra mitad, para abrazarse a ella sin importar si era un hombre o una mujer. Su deseo por la parte perdida era tan grande que olvidaban comer y morían. Entonces Zeus se compadeció de ellos y desplazó los genitales hacia adelante para que pudieran procrear y lograr la satisfacción sexual.
Desde entonces, todos buscan a su otra mitad. Los que antes eran hombres ahora buscan un hombre como amante, los muchachos ya lo hacen. Y estos muchachos, por su naturaleza, son los más masculinos y son los que de adultos lograrán grandes cosas en la política.
El discurso de Agatón.
No es la influencia de Eros sobre los hombres lo que debe alabarse sino al dios mismo. A diferencia de lo que opina Fedro, Agatón no cree que Eros sea el más viejo de los dioses, sino el más joven, y, además, considera que nunca envejece. Si bien su apariencia es delicada, es poderoso, valiente, reflexivo y sabio. Y también es el que trae a los hombres paz, ternura y encanto.
El discurso de Sócrates.
Eros no es la belleza; él está a la búsqueda de la belleza y la verdad y, por ello, es imperfecto.
Una mujer sabia, Diotima de Mantinea, le hizo notar que entre la sabiduría y la ignorancia existe la opinión correcta. No todos tienen una justificación precisa para poder dar una opinión correcta, y eso los convierte en ignorantes.
Así, Eros debe ser una mezcla de hombre y dios, un demonio que comunica a los hombres con los dioses. “Este deseo, estas ansias por lograr la perfección es lo que llamamos amor””.
Diotima le dijo también que Eros sí tiene padres: Poros (el dios de la abundancia) y Penia (la diosa de la pobreza). Poros se había emborrachado con néctar y Penia aprovechó este momento para abusar de él y robar sus semillas.
Es por eso que Eros siempre será pobre, anda descalzo y no es bello sino desgreñado; pero es fuerte e inteligente y, como un filósofo, siempre está detrás de la sabiduría, aunque nunca la alcanza.
Según Diotima, un hombre pasa por cinco estadios del amor a lo largo de su evolución.
Primero se interesa solo por el cuerpo; en segundo lugar no solo se interesa por un cuerpo determinado sino por todos los cuerpos bellos. En el siguiente estadio, el tercero, comprende que el cuerpo no lo es todo: por eso busca un espíritu bello. A este amor le sigue el amor a todo lo bello de espíritu y moral. En el cuarto estadio, el hombre alcanza el amor a las ciencias y al conocimiento. Finalmente, en el quinto y último, ama la belleza en sí misma.
El amor se esfuerza por encontrar la belleza, por crear belleza, y alcanzar así la inmortalidad, pues el amor solo puede subsistir a través de la creación de algo nuevo. Sócrates recibe muchos elogios por su discurso. “Porque la sabiduría pertenece a los más bellos, pero Eros es el amor a la belleza, por lo que necesariamente debe ser un filósofo””.
El discurso de Alcibíades
Sócrates es un demonio que confunde a los hombres, como lo hacen los flautistas. También es posible compararlo con un Sileno, una horrible mezcla de caballo y hombre: como él, es desagradable por fuera, pero por dentro está repleto de imágenes doradas. Tiempo atrás, Alcibíades trató de seducirlo, pero Sócrates lo rechazó. Después fueron juntos a la guerra y Sócrates, que resultó ser extraordinariamente valiente y duro, salvó a Alcibíades de una situación desgraciada. Sócrates aparece primero como amante, pero luego se convierte en el ser amado, es decir, en aquel que es inalcanzable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario