jueves, 10 de junio de 2010

Él porque de la necesidad y posibilidad de la restauración del PRI en Los Pinos. Una visión autocritica.

Don Quijote cabalga de nuevo.

Derivado de las políticas públicas erráticas de la derecha, en México padecemos un virtual estado de sitio, mismo que ya tiene más que exhausto al propio ejército nacional, a las fuerzas del orden y la policía en general, y el pueblo está más que consternado, arrepentido y disgustado.

Por ello es que la gente quiere volver a la civilidad del ancien regime , o sea al pleno Estado de Derecho, donde se respeten las garantías individuales y los derechos humanos. Se trata de aquel famoso Ogro filantrópico a que se refería Octavio Paz en sus obras. O bien la célebre Dictadura perfecta como le definió el aguafiestas pero grande escritor peruano, ahora nacionalizado español, Mario Vargas Llosa. Pero todos los mexicanos simplemente le decíamos , muy peyorativamente al gobierno del invencible y único PRI , La Dicta Blanda.

Si se lo recuerda bien, en sus postrimerías el régimen de los priistas exhibía precisamente toda una gama de fallas e inocultables excesos retóricos , cuando no la colusión de personas, grupos e incluso instituciones y medios masivos de comunicación , mismos que afanosamente trataron de impedir el respeto a la equidad y trasparecía en la aplicación de las leyes electorales, ello fue notorio ya desde 1976, y por eso mismo , precisamente salieron los priistas del poder presidencial , pero que ironías del destino , ello ocurriría , con la connivencia del propio gobierno priista , en el año 2000.

El debilitamiento del sistema ante el crimen organizado fue un subproducto de los desaciertos del régimen político priista en materia de competencia electoral , pero de que era civilista el régimen , no hay ninguna duda al respecto , no obstante al relajarse la disciplina en la aplicación de la ley , y además debido a las continuas críticas y denuncias de falta de democracia por parte de la oposición en todos los ámbitos , fue aumentando el descontento popular , y paulatinamente ante el vacío de poder , ganó espacios la delincuencia en general , como se sabe es impredecible su impronta , de ahí que siempre está o actúa bajo un frágil e indeterminado control del Estado mismo o del gobierno .

En este contexto traeremos a colación el hecho de que para uno de los encuestadores más reconocidos del país, la guerra contra las mafias o crimen organizado, ha trastocado prácticamente las actividades y la vida cotidiana de una enorme cantidad de mexicanos a lo largo y ancho de la nación.

En la especie Roy Campos acota que debido al miedo que genera la inocultable inseguridad pública , se ha visto afectada ya la rutina existencial de millares y millares de personas.

Mucha gente ha dejado incluso de visitar a amigos y parientes, además ahora, como antaño y ogaño , se les prohíbe a los jóvenes salir a la calle de noche , y los mayores por su parte han reducido sus salidas al cine, teatro o a divertirse en los centros nocturnos.

De esta dimensión están ahora las cosas en nuestro país.Y algo en lo que los medios críticos han acertado en comentar y denunciar, es sobre los altos niveles de violencia policial, misma que lamentablemente aumenta día con día. No se sabe de quién cuidarse ya, si de los delincuentes comunes o de los agentes del orden.

La costosa, infecunda e importada guerra de USA en contra del crimen globalizado y sus costos sociales, a la que indirectamente se refiere Roy Campos , se manifiesta también en diversos rubros de la vida política, social, económica y cultural del país.

Y , uno de estos rubros, es y será el de las elecciones de 2010, 2011 y desde luego la trascendental del 2012.

Es ya más que indudable que las encuestas recientes de opinión y de preferencias electorales, sitúan al PRI por encima del PAN y PRD en prácticamente todos los estados de la republica en donde habrá elecciones locales , las tendencias son un reflejo del sentir de la sociedad con relación a las políticas públicas del Gobierno de don Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y sus imprudentes correligionarios .

Ya se sabe que la violencia, es producto de los ajustes de cuentas entre personas y grupos relacionados con los hechos ilícitos .Esto no tiene otra explicación .

Pero también está la violencia institucional , que produce la utilización del ejercito en tareas de policía y buen gobierno. Se enfrenta la tropa anónima con el mismo pueblo anónimo .

Estos argumentos hoy en día cada vez están siendo más utilizados dentro y fuera del país, para tratar de explicar el desencanto del pueblo con relación a los gobiernos panistas presuntamente del cambio , y ello es algo nodal en cualesquier argumentación o tesis que pretenda aclarar la realidad de la tensión social y estado de ánimo de la ciudadanía en general .

De ahí que una premisa mayor para radicar este enfoque , sería el considerar que el sistema político mexicano, o más propiamente ablando el régimen priista que operó durante siete décadas, con base a la figura del presidente de la republica , como el fiel de la balanza , el partido único como agencia de colocaciones , y sus sectores y organizaciones afines , como mecanismos de control corporativo; sin embargo , estos elementos partían de la consideración de fortalezas y debilidades reales , de dichos agentes , no obstante ahora comprobamos con cierto estupor , que realmente no fue del todo disfuncional o perverso el régimen jurídico político heredero de la revolución de 1910-1917 .

Todo indica que en el año 2000 arribamos a un país de enormes simulaciones e imposturas, en efecto los actuales gobiernos panistas, a más de ineficaces, ni son unos demócratas y menos honestos y probos , nos vendieron una absurda fantasía.

En aquellos tiempos idos del PRI , nada ni nadie , ya fuese grupo , persona o institución , surgía de la nada, o quedaba impune de sus truhanerías , el escrutinio hacia el interior del sistema era atroz , ya se tratara de un simple burócrata, policía, soldado, regidor , diputado, gobernador, secretario , presidente o bien magnate de la iniciativa privada , y , qué decir de la opinión pública que de todo se le podrá criticar , aún y con su decantado eufemismo, pero bien a bien que evitaba los excesos del poder y del dinero, la injusticia.

Una premisa menor en este análisis se refiere entonces a los panistas y sus gobiernos locales , los cuales han trastocado el mismísimo Estado de Derecho, pues para comenzar no consensan sus políticas públicas , está claro que observan una placentera fascinación y tendencia de hacer justicia de propia mano, además, tienen poco respeto de las garantías individuales, y de los derechos humanos, con bastante frecuencia se coluden para impedir se aplique la ley, o bien conceden la operación de esta , a manos francamente inexpertas, prejuiciadas o ignorantes.

A partir de los años noventas, y ya en el gobierno de la alternancia que da inicio el año 2000, la delincuencia consiguió un poder incluso trasnacional, que llega al Sur y el Norte del continente, en contra del cual poco ha podido hacer la militarización de la vida cotidiana, y la clara y abierta colaboración bilateral México-USA, como es la Iniciativa Mérida, con todo y el muro de la ignominia.

La política criminal del estado Mexicano, siguiendo la tradición imperial, se tornó critica y radical, basada en la fuerza, y desembocó en el caos sistémico actual donde la violencia de ambos lados -policías y ladrones- se ha escalado a un grado tal que parecería que ya no cesará jamás. Es desalentador el ambiente que prevalece en Monterrey , Ciudad Juárez y nuestro Nogales.

Este parece ser el mejor motivo para que ahora la gente esta volteando a ver cada vez más al PRI y a los políticos priistas como Peña Nieto, Beltrones Rivera, Gamboa Patrón , Paredes Rangel y Rojas Gutiérrez, precisamente por su conocimiento, experiencia y talento para operar el sistema político mexicano de corte civilista .

La intuición popular añora la necesaria paz social y una seguridad pública renovada, que parece habérsenos escapado de las manos desde el año 2000. Ese estado de cosas , el caos institucional, ya no puede, y menos menos debe continuar.

No hay comentarios: