domingo, 13 de febrero de 2011

El sindrome del caballo blanco ,de la invasión silenciosa a EU, y la insurgencia popular en México.Soluciones.

Don Quijote cabalga d nuevo.

Quien de nosotros no ha tenido la mira de llegar al Norte, y ha estado por lo menos un día en los EU. , y ello de compras en cualquier paso fronterizo. Es el caso que a los hijos de los ricos luego los mandan a aprender el ingles, los clase medieros nos hemos ido a trabajar en los restoranes y fabricas de sus ciudades y las clases humildes se dirigen al campo que, de tan tecnificado que esta es mucho más confortable y hasta luce mejor que nuestras pequeñas ciudades . Y luego tras de satisfacer las necesidades más apremiantes, volver, volver, al terruño querido.

El caballo blanco es una melodía de los años cincuentas, que fue compuesta por el cantante y autor guanajuatense José Alfredo Jiménez , dicha pieza esta basada en las vivencias del largo viaje que él emprendió en un carro Chrysler, color blanco, modelo 1957, según esto el gran José Alfredo partió de la rosa temprana ciudad de Guadalajara, Jalisco , con destino cierto al brumoso y tipo mediterráneo puerto de Ensenada , Baja California , las circunstancias que rodearon a la creación de tan sensible letra y agradable y pegajosa canción , fueron fraternalmente narradas por su hijo , durante una entrevista realizada para el periódico La Jornada de México, D. F., y que se publicó el 01 Noviembre de 2005. La interesante letra incluye sus buenas metáforas como la que : “Cojeaba de la pata izquierda" y hace referencia a una pinchadura de la llanta. "El hocico sangrando" alude a que debido el radiador se calentó y por tanto lanzaba agua a borbollones.

Los lugares que menciona hacen de la canción toda una clase de geografía accesible tanto a niños como a los adultos del noroeste de México. Las viejas , extensas y coloniales provincias de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Californias. Las ciudades, pueblos montes y valles y hasta piedras del campo que nos matiza el autor son: Guadalajara, Jalisco. Escuinapa, Nayarit, Culiacán y Mochis, Sinaloa, el Valle del Yaqui, Hermosillo, Caborca, Sonora, Mexicali, La Sierra de la Rumorosa, Tijuana, Rosarito, y Ensenada, de la Baja California.

A que sueños, caminos y distancias, que golpe a golpe y verso a verso hemos recorrido , por más de medio siglo, como bien dijo el exiliado español en Francia, debido a la guerra civil Antonio Machado.

Pero no deja de ser un enorme atractivo el Oro ( de Quivira y Cibola) , léase dólar, pues como ven hasta al oriundo de San Miguel de Allende, Guanajuato el desinteresado poeta le logro transportar.

El hombre es y seguirá siendo un peregrino en la Tierra por naturaleza, sea voluntaria o forzada su ausencia, va y viene con lo poquito que tiene, miren nomas si ello no es así pues según los antropólogos , para comenzar el hombre americano vino del Asia, cruzó el estrecho de Bering hace más o menos como la cifra de unos 35 a 50 mil años, ruego a Ustedes dispensen la imprecisión, a lo mejor y hasta confundo los dígitos, pero de que provino de allá y paso por ese sitio, juraría que si pasó.

Luego nos cuenta el Códice Botourini, que los Aztecas se mudaron de Aztlan, la tierra de blancura , muy cercana a Chicomostoc, o lugar de las siete cuevas, una mítica región ubicada al Suroeste de los EU, pero con rumbo al Sur, para fundar la gran Tenochtitlán, 7 u 8 siglos d.C.
Y hablando de viajes y aventuras, exilios o misiones, ciertos escritores relacionados con la mazonería, sostienen que Quetzalcóatl habría sido un vikingo, y que desembarcó en la costa veracruzanas, mucho antes que el capitán español don Hernán Cortez quemara sus naves en la Villa Rica a instancias de doña Marina quien le aseguró la existencia del norme tesoro de Moctezuma en el alto Valle de Anáhuac.

Desde niño siempre le oí a mis mayores, hablar de mis primos del norte, y los del sur, curiosamente en mi familia los del septentrión son de tez morena, y los meridionales son blancos y hasta con ojos claros. Las familias que fundaron mi pueblo, en su mayoría , Sauce en el Agua, o sea Huatabampo, Sonora vinieron del norte de Sinaloa, del El Fuerte de Carapoa y Montes Claros, y hasta del distante Jalisco. Así que nos haya sido muy común ver gente venir de Sur a norte y de Norte a sur. Son lugares bellísimos encantadores, con unos climas ligeramente cálidos y con unos paisajes casi etéreos, donde se yuxtaponen las marismas, unos inmensos llanos y sus bajas serranías.

Yo creo sin temor a equivocarme, que a los norteamericanos del siglo XIX les gustó tanto el Sur del continente, que por ello hasta se quedaron a vivir tras la guerra del 47, y en más de la mitad de lo que fue el imperio mexicano, se supone que nomas rescatarían a los americanos radicados en Texas que habían sido afectados . El presidente Monroe dijo América para los americanos, y después salieron con que la expansión al Sur y al Pacifico, era su destino manifiesto, lo bueno es que ahora nomas dicen que hay que cuidar el patio trasero. Pero millones de latinoamericanos piensan: América del norte es nuestra nueva morada o Arcadia, y vamos a recuperar con John Milton, el ( nuestro ) paraíso perdido.

Por ello no es extraño ni disimulado que miríadas y miríadas de mexicanos, dentro de los que nos incluimos, añoramos el estilo de vida americano, y pues ni tardos ni perezosos, nos avocamos a la reconquista pacifica del gran imperio democrático de los siglos XX y XXI. Cuando vacacionaba a inicios del los años sesentas en Mexicali, B.C. , recuerdo que no había ese Muro de Acero, como el que ahora nos denigra a ambos pueblos , en aquellos días eran unas simples cerca de mayas ciclónicas en el centro de Calexico, y en las orillas, estaban sólo unos modestos cercos de cuatro hilos de viles alambres de púas. Simples de nosotros , petulantes cruzábamos por la garita para probar que teníamos pasaporte, es que hacerlo así , nos distinguía con las chicas mozas .

La región norte de México y Sur de EU, es una especie de Mexamerica según definió Carlos Fuentes en su novela Cristóbal No Nato, 1976 ( se dice mejor Mesoamérica), y nosotros lo hemos confirmado, tengo decenas de familiares en EU, primos, tíos, hija, y dos de mis nietos son nacidos por allá, así que no tengo ninguna razón de odiar a los americanos, es su país y según ellos a como de lugar tratan de cuidarlo, no se les ocurren más que redadas y medidas discriminatorias como la Ley SB 1070 de Arizona , pero más allá de esos disparates , ya hasta les perdone la afrenta del despojo de la mitad de nuestro territorio en el siglo XIX, y porque no la infausta muerte de los Niños Héroes en el Castillo de Chapultepec.

He vivido en Huatabampo, Hermosillo, Los Ángeles, California, México ,D.F., Guadalajara y Tijuana, soy pues cosmopolita , universalista, he comprobado que el filosofo Pitágoras tenia razón al afirmar que para conocer la historia de la humanidad, nos basta con el conocer la de un solo pueblo o familia , es que todos son iguales se parecen.

Por ello me preocupa que una franja de cien kilómetros por cada lado de la frontera México EU, se haya convertido en su zona de excepción, son doscientos kilómetros por tres mil de línea divisoria, que nos dan algo así como 60 mil kilómetros cuadrados de territorio o tierra francamente de nadie, y entre más control y tecnología que se lo aplique para vigilarla, más atractivo se hace el negocio de aprovechar su rentabilidad, sea para llevar o traer bienes o personas ilícitamente o para vigilarlo.

La posible solución será considerar dicho espacio como una zona binacional, no me gusta la idea de área 52, la 51 esta en Roswell Nuevo, México y ciertamente aloja a los extraterrestres ( Por cierto es la prueba oficial de su existencia) , el numero no es arbitrario son 50 estados los que componen EU.

O quizás sea oportuno intentar ya una reforma migratoria que permita el libre transito de personas como en la Unión Europea, y buscar la integración a escala continental. Hay que revisar los nacionalismos y las ideas de Soberanía, antes que el destino nos alcance con sus balas perdidas, ajustes de cuentas, secuestros, bombazos y granadas. Ya ven lo que pasó en Septiembre de 2001, cuando terroristas de Al Qaeda, dieron al traste con las Torres Gemelas de NY. No nos engañemos de ambos lados de la frontera, ningún lugar es ya seguro en el mun-do. Les voy a sugerir una fácil reflexión, en la realidad México llega hasta Tucson, Arizona y, los EU, ciertamente llegan por lo menos a Querobabi , Sonora. Piénsenlo bien para ver si estamos en los cierto.

Es que el Plan Mérida sobre seguridad pública hemisférica, o la colombianización de América latina, en donde actúen militares de EU directamente, y no solo de México, no deben conducir a una crisis como la de Afganistán, tan lejos de EU, pero tan cerca del Himalaya o el mismo Dios. La violencia no se debe combatir solo con más violencia, sino con inversión productiva, educación, esparcimiento y cultura .Pero ni modo nuestra relación, política, económica y social, y de vecindad con los primos del norte, ya no es tan distante ni encontrada como se creía, es colegiada, vivir a lado del imperio tiene su costo beneficio. La aculturación es evidente en ambos lados, el spanglish es una realidad, ellos ni se inmutan, al decir Texas, Los Ángeles, San Francisco, Nuevo México, Virginia, y un largo léxico españolado. En nuestro caso ya debemos dejar de ser tan hipócritas.

No se puede volver atrás, a esquemas unilaterales, lo qué pase en la zona franca de sesenta mil kilómetros cuadrados (Mexamerica) entre ambos países, no debería asustar a nadie, y si ahora nos sentimos atemorizados por la violencia real y que es algo peor que la ignorancia y los prejuicios, son debido a su incontrolable violencia extrema, que se puede y debe evitar, pero de no hacer algo entrambos países, en el pecado llevaremos la penitencia. Cierto día que fue tomado prisionero un pertinaz pirata asiático en el Mediterráneo en los tiempos de Alejandro Magno, hacia el año 650 a.C., y preguntado que fue el cautivo por el mismo conquistador sobre la razón de su proceder que dañaba el libre trafico de personas y el comercio licito, aquel le respondió que con el mismo derecho con que él se había adueñado del orbe.

El ilustre político, jurista y filosofo romano Marco Tulio Cicerón (104-53 a.C.), al ser cuestionado sobre la justicia en la república romana, dijo que si la había en lo interno, pero que si ellos fueran justos con los pueblos sometidos, tendrían que devolverles los que les habían quitado, pero entonces los romanos, tendrían que volverse a vivir en sus humildes chozas de antaño.

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